La relación entre Donald Trump y Elon Musk se ha deteriorado hasta llegar a un conflicto público sin precedentes. Lo que comenzó como una alianza política estratégica ha terminado en acusaciones explosivas y amenazas de represalias económicas. El expresidente, molesto por las críticas del magnate a su nuevo plan fiscal, anunció que rompería todos los contratos gubernamentales con las empresas de Musk. En respuesta, el dueño de Tesla y X lanzó una bomba: acusó a Trump de figurar en los archivos vinculados al caso Epstein.
Lea también Lula pide a Macron apoyar acuerdo UE-Mercosur
“Donald Trump está en los archivos de Epstein. Esa es la verdadera razón por la que no se han hecho públicos. Que tengas un buen día, DJT”, escribió Musk en su red social X, sugiriendo que la Casa Blanca ha bloqueado la difusión de documentos comprometedores.
🇺🇸 | LO ÚLTIMO: Elon musk republicó en su cuenta X/Twitter un video de Trump de fiesta con Epstein en 1992. pic.twitter.com/Zkwhe8ZXdk
— Alerta Mundial (@AlertaMundoNews) June 5, 2025
TRUMP AMENAZA CON CORTAR CONTRATOS A MUSK
La acusación se produjo minutos después de que Trump amenazara con cortar contratos millonarios a las compañías del empresario, entre ellas SpaceX, Tesla y Starlink. El proyecto más relevante en juego es un acuerdo de 5.900 millones de dólares con la Fuerza Espacial para el lanzamiento de satélites con los cohetes Falcon.
Durante una rueda de prensa en la Casa Blanca junto al canciller alemán Friedrich Merz, Trump expresó su decepción con Musk. “Estoy muy decepcionado. Lo ayudé mucho. Conocía este proyecto de ley mejor que nadie, pero no le importó. Cuando se enteró de que recortaríamos el mandato de los vehículos eléctricos, empezó a atacarlo”.
Musk se defendió señalando que jamás tuvo acceso al proyecto, aprobado —según él— en plena madrugada sin revisión parlamentaria adecuada. En su respuesta, también ironizó sobre antiguos mensajes de Trump que alertaban sobre la deuda pública. “¿Dónde está ese tipo ahora?”, escribió, antes de afirmar que sin su apoyo el republicano habría perdido las elecciones.
La pelea escaló tras los cuestionamientos del empresario a la reforma fiscal de Trump, a la que calificó como una “abominación repugnante” que aumentará el déficit a niveles insostenibles: “2,5 billones de dólares extra, cargando de deuda a los ciudadanos estadounidenses”.
UN QUIEBRE CADA VEZ MÁS PROFUNDO
Aunque Musk donó más de 250 millones de dólares a la campaña de Trump y fue despedido públicamente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) con honores, las diferencias comenzaron a crecer con la propuesta de nombrar a Jared Isaacman como jefe de la NASA, sugerencia rechazada por el presidente por tratarse de un demócrata. “Nosotros ganamos las elecciones. Tenemos el derecho de nombrar a nuestras autoridades”, afirmó.
Trump, por su parte, aún parece sorprendido por la ruptura. “Tuvimos una gran relación. No sé si todavía la tenemos. Le hicimos una gran despedida, dijo cosas maravillosas y llevaba la gorra que decía: ‘Trump tenía razón en todo’”.
La propuesta fiscal del mandatario busca ampliar los beneficios impositivos de su primer mandato e incluir promesas de campaña como exenciones tributarias a las propinas, horas extra y autos fabricados en EE.UU. Sin embargo, la Oficina de Presupuesto del Congreso advirtió que la reforma incrementará en 2,4 billones de dólares la deuda nacional en la próxima década, además de eliminar beneficios para los vehículos eléctricos, uno de los principales negocios de Musk.
EPSTEIN: LA SOMBRA QUE RESURGE
La acusación de Musk se suma a la controversia no resuelta sobre Jeffrey Epstein, el millonario que murió en prisión en 2019 mientras enfrentaba cargos de tráfico sexual. Su muerte impidió un juicio que pudo haber revelado la identidad de sus cómplices. Su socia, Ghislaine Maxwell, fue condenada a 20 años por facilitar menores a Epstein.
En los registros del caso figuran nombres de alto perfil, como Bill Clinton y el príncipe Andrés. Ahora, Musk asegura que Trump también estaría vinculado. Aunque no presentó pruebas, su insinuación amenaza con arrastrar al presidente a uno de los escándalos más tóxicos de la política estadounidense.
Con estas acusaciones cruzadas, Trump y Musk sellan un divorcio político definitivo. Lo que alguna vez fue una poderosa alianza entre un magnate tecnológico y un presidente populista, se ha convertido en un duelo de poder, amenazas y filtraciones que promete nuevos capítulos.
