Elon Musk ha entregado dos premios de un millón de dólares a votados registrados en algunos estados clave de EE.UU., a pesar de las advertencias del Departamento de Justicia sobre posibles violaciones a la ley electoral.
La iniciativa forma parte de una campaña impulsada por un «súper PAC» que apoya a Donald Trump, en la cual Musk prometió entregar hasta un millón de dólares diario de forma aleatoria a electoral de estados como Michigan, Wisconsin y otros cinco estados bisagra.
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El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha advertido que este tipo de incentivos podría violar la ley electoral, que prohíbe explícitamente el pago a ciudadanos para que se registren como votantes.
Al ignorar estas advertencias, Musk y su organización no solo muestran un desprecio por las normativas que buscan garantizar elecciones libres y justas, sino que también contribuyen a un clima de incertidumbre y desconfianza en un proceso electoral ya de por sí polarizado..
¿COACCIÓN ENCUBIERTA?
Este tipo de estrategias, por parte de una figura tan influyente como Musk, podrían interpretarse como una forma de coacción encubierta, donde el incentivo económico busca influir en la participación de ciertos votantes, favoreciendo así a un candidato específico.
Esto resulta particularmente preocupante si consideramos que Musk no solo se limita a apoyar a Donald Trump a través de estas acciones, sino que también ha realizado donaciones significativas para respaldar la campaña republicana.
Según reportes, ha donado más de 75 millones de dólares a la causa de Trump y otros candidatos republicanos, contribuyendo a reforzar su influencia política.
La práctica de ofrecer dinero a voto, aunque se presenta como una defensa de los derechos de libertad de expresión, distorsiona los principios democráticos fundamentales.
INTENTO DE INCLINAR LA BALANZA
Los críticos señalan que el hecho de condicionar los premios al registro electoral en ciertos estados bisagra es un intento evidente de inclinar la balanza en una competencia electoral crítica.
Este tipo de intervención no solo mina la confianza en el sistema democrático, sino que también establece un precedente peligroso donde el dinero y la influencia mediática pueden distorsionar la voluntad popular.
En resumen, las acciones de Musk parecen ser un intento descarado de manipular el proceso democrático, utilizando su fortuna y plataforma para influir en un sector específico del electorado.
Este tipo de iniciativas, lejos de promover la participación cívica genuina, refuerzan la idea de que la política estadounidense se ve cada vez más influenciada por el poder económico, debilitando los valores que sostienen a la democracia.
📌 El Departamento de Justicia advirtió a Elon Musk que su sorteo de $1 millón para votantes registrados podría ser ilegal. ¿Qué pasará con los ganadores?
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— Univision Noticias (@UniNoticias) October 24, 2024