El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, aseguró este lunes que asesinar al líder supremo de Irán, Alí Jamenei, no escalaría el conflicto entre ambos países, sino que lo pondría fin. Así lo señaló en una entrevista con la cadena estadounidense ABC News, en la que evitó confirmar si su Gobierno está planificando la eliminación del máximo líder iraní.
Consultado sobre los informes que apuntan a que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, rechazó un plan israelí para matar a Jamenei por temor a una escalada regional, Netanyahu fue tajante: “No va a intensificar el conflicto, va a ponerle fin”.
El primer ministro se negó a confirmar si Israel está tras la pista del clérigo chiita y se limitó a decir que su país “está haciendo lo que tiene que hacer”. Agregó que a Estados Unidos le conviene apoyar a Israel en este escenario: “Hoy es Tel Aviv, y mañana será Nueva York”, advirtió, aludiendo a los riesgos del programa nuclear iraní.
¿QUIÉN ES ALÍ JAMENEI?
Alí Jamenei es el líder supremo de Irán desde 1989. Nacido en 1939 en la ciudad de Mashad, estudió islam en los centros religiosos de Qom e Irak, y fue discípulo del ayatolá Ruhollah Jomeini, ideólogo de la Revolución Islámica de 1979. Opositor al régimen del sah, fue encarcelado en varias ocasiones antes del triunfo de la revolución. Tras esta, asumió diversos cargos, incluida la presidencia del país entre 1981 y 1989, en pleno conflicto bélico con Irak.
Ese mismo año, tras la muerte de Jomeini, la élite clerical lo nombró líder supremo, pese a que no cumplía con el rango religioso exigido. Para legitimar su ascenso, reformaron la Constitución y lo elevaron al título de “gran ayatolá”.
Desde entonces, ha ejercido un control casi absoluto sobre las instituciones políticas, militares y judiciales de Irán, especialmente a través de la Guardia Revolucionaria. Ha reprimido movimientos de protesta como los de 2009 y 2022, y ha promovido una política exterior agresiva mediante el apoyo a grupos aliados en la región, como Hezbolá, Hamás y los hutíes.
Con 85 años, la sucesión de Jamenei es uno de los mayores interrogantes del régimen iraní. El presidente Ebrahim Raisí era su heredero político más probable, pero su reciente muerte en un accidente de helicóptero ha abierto una disputa interna por el liderazgo supremo. Uno de los posibles sucesores es Mojtaba Jamenei, hijo del propio líder, aunque su eventual nombramiento podría agudizar la división en las cúpulas del poder iraní.