El Congreso de Nicaragua aprobó una reforma constitucional que otorga al presidente Daniel Ortega y a su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, el título de “copresidentes” del país, una medida que refuerza su control sobre el poder.
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Además, la reforma amplía el mandato presidencial de cinco a seis años, consolidando aún más el dominio de la familia sobre el gobierno.
La propuesta, impulsada desde noviembre, fue aprobada sin obstáculos, ya que el partido Sandinista de Ortega y Murillo controla el Congreso y todas las instituciones gubernamentales.
UN NUEVO GOLPE A LA DEMOCRACIA
Expertos señalan que esta reforma constitucional busca garantizar la sucesión de Murillo y su familia, debilitando los pocos contrapesos democráticos que aún existían tras años de represión política. De hecho, Murillo ya ejercía una influencia significativa sobre el gobierno antes de esta modificación.
En un audio publicado el jueves en la cuenta de Instagram de medios estatales, Murillo afirmó que la reforma “fortalece el modelo de presidente del pueblo, el modelo de democracia directa”.
Sin embargo, el gobierno de Ortega intensifica la represión desde las protestas masivas de 2018, que reprimió violentamente.
REPRESIÓN Y EXILIO FORZADO
El régimen nicaragüense ha encarcelado a opositores, líderes religiosos y periodistas, para luego exiliarlos y despojarlos de su ciudadanía y propiedades. Desde 2018, ha clausurado más de 5.000 organizaciones, en su mayoría religiosas, y forzado el éxodo de millas de personas.
La aprobación de la reforma desató de inmediato una nueva ola de críticas internacionales. Reed Brody, abogado de derechos humanos y miembro de un grupo de expertos de la ONU sobre Nicaragua, denunció la decisión en la red social X.
“Las grotescas reformas constitucionales de Nicaragua suponen la sentencia de muerte del estado de derecho y las libertades básicas”, escribió.
La consolidación del poder en manos de Ortega y Murillo profundiza el aislamiento del régimen y alimenta la indignación de la comunidad internacional, que sigue denunciando la erosión de la democracia en el país centroamericano.
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El Congreso de Nicaragua aprobó el jueves una reforma constitucional que convertiría al presidente Daniel Ortega y a su esposa, la actual vicepresidenta Rosario Murillo, en “copresidentes” de la nación centroamericana.
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