El gobierno de Nicaragua anunció su retiro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU luego de la publicación de un informe que denuncia la existencia de una «maquinaria de represión» al servicio del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
El documento, elaborado por el Grupo de Expertos de Naciones Unidas, solicita acciones ante la Corte Penal Internacional debido a las graves violaciones de derechos humanos en el país.
SALIDA DEL CONSEJO Y RECHAZO DEL INFORME
En una carta dirigida al presidente del Consejo, el embajador Jürk Lauber, el régimen sandinista comunicó su «decisión soberana e irrevocable» de abandonar el organismo y cesar toda actividad relacionada con este.
En el documento, el gobierno de Ortega calificó el informe como una colección de «falsedades, calumnias y mentiras», denunciando que la ONU emplea un «doble rasero» y una «politización» de los derechos humanos como excusa para intervenir en los asuntos internos de Nicaragua.
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Rosario Murillo, vicepresidenta y esposa de Ortega, acusó a la ONU de violar su propia normativa al no respetar los principios de «objetividad, imparcialidad y no selectividad» en el análisis de la situación de derechos humanos en el país.
Según Murillo, los mecanismos internacionales se han convertido en plataformas políticas diseñadas para desprestigiar la gestión gubernamental y obstaculizar el desarrollo de Nicaragua en áreas como la educación y la salud.
DENUNCIAS DEL INFORME DE LA ONU
El informe de la ONU, presentado este miércoles, advierte que el régimen Ortega-Murillo ha desmantelado las últimas instituciones independientes del país y consolidado un sistema autoritario basado en la vigilancia, la represión y la censura.
Según los expertos, el gobierno ejecuta una estrategia sistemática de control a través de una extensa red de inteligencia que supervisa a la población, la prensa y la Iglesia, además de reprimir a cualquier organismo disidente.
El informe alerta sobre la reciente formación de un ejército de civiles encapuchados, integrado por excombatientes, militares y policías retirados, jueces y empleados públicos. Esta semana, el régimen los juramentó para llevar a cabo tareas de persecución y represión.
Asimismo, el documento resalta que el régimen declaró «traidores a la patria» a 452 nicaragüenses, los expulsó del país y les revocó la nacionalidad por manifestarse en su contra.
GOBIERNO EN CONTRA DE SU PUEBLO
El Grupo de Expertos de la ONU advierte que Nicaragua se ha convertido en un «Estado de vigilancia y silencio impuesto», donde quienes viven bajo constante supervisión y quienes se atreven a oponerse a enfrentar el exilio y la pérdida de su identidad nacional.
«Este es un gobierno en guerra contra su propio pueblo», concluyó la experta Ariela Peralta, mientras que Reed Brody subrayó que el país está bajo un dominio absoluto que sofoca cualquier intento de oposición.
Nicaragua se retira del Consejo de Derechos Humanos de la ONU por la parcialidad y politización del organismo. pic.twitter.com/JlE2NjCPiV
— TaniaSandinista (@taniasandinista) February 27, 2025