Nicolás Zepeda es condenado nuevamente a 28 años de prisión por el asesinato Narumi. El Tribunal de lo Criminal de Haute Saône, en Francia, lo declaró culpable en el juicio de apelación por la muerte de su exnovia
El Ministerio Público francés solicitó la cadena perpetua para el chileno, argumentando que todas las pruebas de la investigación apuntaban a Zepeda.
Durante las tres semanas del proceso, la fiscalía se esforzó por mostrar el comportamiento poco veraz, posesivo y manipulador del acusado, quien se vio obligado a admitir que había mentido en algunas ocasiones. A pesar de ello, Zepeda siempre insistió en su inocencia respecto al asesinato.
En la última audiencia en el Palacio de la Justicia de Vesoul, Zepeda rompió en llanto al dirigirse al jurado, reiterando desesperadamente:
«No soy un asesino. Estoy muy lejos de ser quien me gustaría ser, pero no soy un asesino. No maté a Narumi. Yo no la maté. No soy un asesino».
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En abril pasado, Zepeda fue condenado debido a numerosas pruebas y testimonios en su contra, a pesar de que el cuerpo de su exnovia nunca fue encontrado y él siempre se declaró inocente.
Kurosaki, de 21 años, desapareció en 2016 después de que Zepeda viajara a Francia para intentar, según él, restablecer su relación anterior, aunque ella tenía un nuevo novio francés.
Según la investigación, Zepeda cenó con Kurosaki la noche de su desaparición y ambos fueron captados por una cámara entrando en la residencia de estudiantes donde ella vivía. Horas después, solo se vio salir al chileno de ese lugar.
La sentencia de este jueves ratifica la decisión del tribunal de primera instancia y cierra un caso que ha conmocionado a Francia y Japón.
