Varias organizaciones humanitarias exigieron este lunes la liberación inmediata de los 12 activistas detenidos por Israel tras la interceptación del barco Madleen, de la Flotilla de la Libertad, que transportaba ayuda humanitaria a Gaza. Entre los detenidos figuran la activista sueca Greta Thunberg y la eurodiputada francesa de origen palestino, Rima Hassan.
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Las fuerzas navales israelíes abordaron la embarcación en aguas internacionales, a unos 200 kilómetros de Gaza, y la trasladaron a un puerto del país. El Ministerio de Asuntos Exteriores aseguró que los pasajeros “están a salvo” y que recibieron alimentos y agua. Además, afirmó que la “escasa” carga de ayuda será enviada a Gaza por “canales humanitarios reales”.
INTERCEPTACIÓN Y ACUSACIONES CRUZADAS
La Coalición de la Flotilla de la Libertad, organizadora del viaje, calificó la operación como un “secuestro” y denunció que el abordaje fue ilegal. “Las fuerzas israelíes detuvieron por la fuerza a una tripulación civil y desarmada, y confiscaron una carga vital que incluía leche de fórmula, alimentos y suministros médicos”, señaló la organización en un comunicado.
El barco zarpó desde Sicilia hace una semana y el pasado 5 de junio interrumpió su trayecto para rescatar a cuatro migrantes que se habían lanzado al mar al intentar evadir a la Guardia Costera libia. Además de transportar ayuda, los activistas pretendían denunciar el bloqueo israelí y la ofensiva militar en Gaza, a la que describen como una de las más devastadoras desde la Segunda Guerra Mundial.
En un mensaje grabado antes de ser detenida, Greta Thunberg instó a sus seguidores a presionar al gobierno sueco para lograr su liberación. Por su parte, el presidente Emmanuel Macron solicitó a Israel el pronto retorno de los seis ciudadanos franceses que viajaban en la embarcación.
UN BLOQUEO PROLONGADO Y SUS CONSECUENCIAS HUMANITARIAS
Israel y Egipto mantienen un estricto bloqueo sobre Gaza desde que Hamás tomó el control del enclave en 2007. Aunque Israel justifica la medida como una forma de impedir el ingreso de armas, organismos internacionales y defensores de derechos humanos la consideran una forma de castigo colectivo.
Tras el ataque del 7 de octubre de 2023, en el que Hamás mató a unas 1.200 personas y tomó 251 rehenes, Israel endureció aún más el cerco. Aunque posteriormente se permitió la entrada limitada de ayuda tras presiones internacionales, en marzo de 2025 volvió a bloquear todas las importaciones, incluyendo alimentos y medicinas.
Desde entonces, más de 54.000 palestinos han muerto por los bombardeos y ofensivas terrestres israelíes, según el Ministerio de Salud de Gaza. La mayoría de las víctimas son civiles, incluidos miles de niños. La destrucción masiva ha dejado al 90% de la población desplazada y dependiente de ayuda humanitaria para sobrevivir.
Haber permitido a Israel traspasar todas las líneas rojas es lo que ha permitido hoy que los genocidas hayan secuestrado en aguas internacionales un barco humanitario con activistas a bordo. Hay que acabar con su impunidad. pic.twitter.com/SObeT96D9R
— Ione Belarra (@ionebelarra) June 9, 2025
