El Papa Francisco, de 88 años, continúa hospitalizado en el Hospital Gemelli de Roma desde el 14 de febrero debido a una neumonía bilateral compleja, resultado de una infección respiratoria polimicrobiana.
Según el último comunicado del Vaticano, el Pontífice pasó una noche tranquila y continúa reposando. Sin embargo, advierten que su estado sigue siendo crítico, aunque se mantiene estable.
Los médicos realizaron una tomografía computarizada para evaluar la evolución de la neumonía y mantienen un pronóstico reservado, dada la complejidad de su estado clínico.
Vale recordar que además de las afecciones iniciales, al Papa se le ha detectado una insuficiencia renal leve, que está siendo controlada y no representa una preocupación inmediata.
Asimismo, sigue recibiendo terapia de oxígeno con flujos ligeramente reducidos.
No obstante, retomó parte de sus actividades laborales desde su habitación, incluyendo la firma de nombramientos y decretos de canonización, como el del primer santo venezolano José Gregorio Hernández.
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Durante su hospitalización, ha recibido visitas del secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, y del sustituto de la Secretaría de Estado, Edgar Peña Parra.
A pesar de las complicaciones, el Pontífice muestra signos de mejoría y no ha sufrido más crisis respiratorias.
Mientras tanto, los fieles continúan rezando por su pronta recuperación en la Plaza de San Pedro del Vaticano y la comunidad internacional sigue de cerca su evolución.