Internacional

Papa León XIV pide paz en Ucrania y un alto al fuego en Gaza

Por Allan Santander

Periodista

papa León XIV
Papa León XIV, desde el balcón de San Pedro (Foto: LAPRESSE)
León XIV hizo su estreno dominical ante más de 100 mil fieles en el Vaticano, pidiendo una “paz justa” en Ucrania y un alto al fuego en Gaza.

Por primera vez, el sucesor de Pedro se refirió al conflicto en Ucrania y Gaza. A mediodía exacto, con la precisión de un reloj suizo, el nuevo papa León XIV se asomó al balcón de la Plaza San Pedro. Vestido de blanco, solo y sobrio, frente a una marea de más de 100 mil fieles, lanzó un mensaje: “¡Nunca más la guerra!”, una repetición de las palabras de Pablo VI en su discurso ante la asamblea general de la ONU en 1965.

No fue una aparición cualquiera. Fue su primera oración del Regina Coeli —la versión pascual del tradicional Ángelus— y también el momento en que el mundo comenzó a leer entre líneas cómo será este nuevo pontificado.

El mensaje del Papa fue una mezcla medida de catequesis tradicional y posicionamiento político. Primero, habló como párroco, sobre Jesús como el “pastor verdadero” y la urgencia de nuevas vocaciones. Pero luego viró el tono. Se dirigió “a los grandes del mundo” y pidió una paz duradera para Ucrania. Mencionó el drama de los niños deportados por Rusia y recordó el esfuerzo de mediación impulsado por su antecesor, Francisco.

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“Llevo en el corazón el sufrimiento del amado pueblo ucraniano”, expresó, y exigió que “sean liberados todos los prisioneros y –que– los niños puedan volver con sus familias”.

Y también hubo palabras para Gaza. “Me entristece profundamente lo que está sucediendo en la franja de Gaza. Cese el fuego de inmediato. Que se preste ayuda humanitaria a la población civil extenuada y se libere a todos los rehenes”.

UNA PLAZA ENTREGADA

La Plaza San Pedro fue una fiesta de banderas y pancartas. Delegaciones de todo el mundo, especialmente de Estados Unidos, coloreaban la escena. También se dejaron ver figuras como Matteo Salvini, vicepresidente del Consejo de Ministros de Italia y Marine Le Pen, diputada francesa. Cuando León XIV comenzó a hablar, el bullicio cedió al silencio.

Leyó de un atril de plástico, con calma y sin aspavientos. Su tono fue el de quien aún se acomoda al rol. Pero cuando citó a Francisco —“el mundo está ante una tercera guerra mundial a trozos”—, la plaza volvió a respirar.

También hizo guiños a sectores más tradicionales de la Iglesia. El uso del latín en la oración final y el tono recogido despertaron entusiasmo, especialmente entre fieles conservadores, que ven en este nuevo Papa una posible vuelta a gestos más solemnes.

Hubo detalles que no pasaron desapercibidos. León XIV se refirió al comienzo de su pontificado como “el inicio de mi servicio como obispo de Roma”. La fórmula, sencilla pero significativa, refleja cercanía y una visión pastoral que parece huir del boato.

También repitió, al dirigirse a los jóvenes, un clásico de Juan Pablo II y Francisco: “¡No tengan miedo!”, frase que no figuraba en la versión escrita adelantada a la prensa.

PRIMEROS GESTOS

Aún es pronto para perfilar su estilo. Este lunes enfrentará su primera audiencia con periodistas, y el próximo domingo será la ceremonia oficial de inicio del pontificado, con líderes mundiales en primera fila.

Antes de despedirse, el Papa tuvo un último gesto cercano. felicitó a todas las madres en su día con un simple pero cálido “Buona festa a tutte le mamme!”. La frase, en italiano perfecto, cerró la jornada con un aplauso largo y sentido. León XIV aún no ha terminado de revelarse, pero ya empezó a marcar el rumbo.

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