Internacional

Paro nacional en Bélgica frena vuelos y transporte

Editado de agencias y medios internacionales por Cristian Navarro H.

Periodista

Belgica
Foto: Publicado en X por @laredcincoradio
La huelga afecta además a numerosos sectores, administración pública, centros educativos, medios de comunicación

Una huelga general de 24 horas, convocada por las principales centrales sindicales de Bélgica, ha paralizado gran parte del país este lunes. Las organizaciones convocantes, la socialista FGTB y la cristianodemócrata CSC, protestan contra las medidas de austeridad impulsadas por el nuevo Gobierno del primer ministro conservador Bart De Wever, especialmente aquellas que afectan al sistema de pensiones.

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Entre las reformas más cuestionadas figura la equiparación de la edad de jubilación entre los sectores público y privado, una propuesta que ha generado fuerte rechazo. «La magnitud y el número de retrocesos sociales impuestos por el gobierno federal no tienen precedentes», denunció la central FGTB.

Los efectos de la huelga son visibles en todo el país. En el Aeropuerto de Bruselas, no despegará ningún vuelo durante la jornada, y se advierte sobre posibles cancelaciones también en las llegadas. El aeropuerto de Charleroi, en el sur de la capital, ha suspendido todos sus vuelos programados para hoy.

El transporte público también se encuentra gravemente afectado. Según el diario Le Soir, solo circula la mitad de los trenes, y en algunas regiones como Luxemburgo y el sur de Namur, el servicio ferroviario está completamente interrumpido. En Bruselas, apenas una línea de metro, cuatro de tranvías y cinco de autobuses mantienen operaciones mínimas.

Valonia, la red de autobuses interurbanos está completamente detenida en Charleroi, mientras que en Lieja-Verviers funciona menos de la mitad de las líneas. En Flandes, la situación es similar con los autobuses y tranvías. También se reporta que once buques están bloqueados sin poder entrar ni salir del puerto de Gante.

La huelga afecta además a numerosos sectores: administración pública, centros educativos, medios de comunicación, comercios minoristas y servicios sanitarios. Incluso se han instalado piquetes en instituciones como la Universidad Libre de Bruselas. También se ven perjudicados los servicios penitenciarios, la atención hospitalaria y la recolección de residuos.

La jornada de protesta refleja el profundo malestar social frente a las reformas gubernamentales, en un contexto de creciente tensión entre los sindicatos y el Ejecutivo federal.

 

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