La policía haitiana y habitantes de Puerto Príncipe abatieron a 28 miembros de pandillas en medio de una ofensiva criminal en varios barrios de la capital, según informaron las autoridades este martes.
Los muertos formarían parte de bandas armadas que empezaron a desplegarse en diversos puntos de la capital haitiana, Puerto Príncipe, con el objetivo de establecer nuevas bases en zonas que aún no están bajo su control directo.
Lea también China y Nicaragua firman acuerdos para construir puerto
Según las autoridades, de madrugada, agentes de la Policía Nacional Haitiana (PNH) interceptaron un camión y un minibús con pandilleros a bordo en el centro de Puerto Príncipe y en Petion-Ville, una zona acomodada de las afueras de la ciudad.
Lionel Lazarre, portavoz adjunto de la PNH, informó a la Agencia AFP que, en ambos encuentros, la policía abrió fuego contra los pandilleros, matando a 10 de ellos y obligando a los demás a huir.
Los agentes y grupos de autodefensa ciudadana persiguieron a quienes habían escapado de las autoridades y los mataron, llevando el total de fallecidos a 28.
Esta operación fue una respuesta directa a la ofensiva de los grupos criminales contra Petion-Ville y otros barrios del área metropolitana de Puerto Príncipe.
CONTEXTO DE LA CRISIS
Desde la semana pasada, Puerto Príncipe se enfrenta a un repunte de violencia por parte de «Viv Ansanm» (Vivir Juntos), una alianza de bandas formada en febrero que logró derrocar al entonces primer ministro Ariel Henry.
Esta coalición lanzó en las últimas horas una ofensiva contra Petion-Ville y otros barrios del área metropolitana de Puerto Príncipe, como Bourdon y Canapé Vert, tras un llamamiento realizado en redes sociales por uno de sus líderes, Jimmy Chérisier, alias «Barbacoa».
Chérisier declaró en una transmisión en vivo por redes sociales el lunes por la noche: «Exigimos la dimisión del Consejo Presidencial de Transición (CPT). La coalición Viv Ansanm utilizará todos sus medios para garantizar la salida del CPT». Este llamamiento refleja la tensión política y la frustración de las bandas con el gobierno actual.
CRISIS POLÍTICA Y HUMANITARIA
Los ataques pandilleros coinciden con una crisis política tras la destitución del primer ministro Garry Conille por el consejo de transición. Su sustituto al frente del gobierno, el empresario Alix Didier Fils-Aimé, juró su cargo la semana pasada y prometió restablecer la seguridad y organizar las primeras elecciones en Haití desde 2016.
Sin embargo, estas promesas se enfrentan a un terreno minado de violencia y desconfianza.
Haití, el país más pobre de América, sufre desde hace tiempo la violencia de las bandas criminales, acusadas de numerosos asesinatos, violaciones, saqueos y secuestros.
En la capital, las calles están casi desiertas este martes después de que la policía y los vecinos levantaran barricadas en varios barrios para frenar la ofensiva de las bandas.
AISLAMIENTO DE PUERTO PRÍNCIPE
Puerto Príncipe también se encuentra aislada del resto del mundo tras la decisión del organismo regulador de la aviación estadounidense (FAA) de prohibir los vuelos comerciales de compañías estadounidenses a Haití después de que tres aviones fueran tiroteados.
Esta medida de seguridad adicional añade una capa de complejidad a la crisis humanitaria que enfrenta el país.
Según un comunicado emitido el sábado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de 20,000 personas se han visto desplazadas en la capital como consecuencia de la violencia de las bandas armadas y la grave situación humanitaria.
La situación en Puerto Príncipe ha dejado a numerosas familias sin hogar y ha exacerbado la precaria situación económica y social del país.