Como «un hito de nuestra historia» describió Luis Caputo, ministro de Economía de Argentina, el superávit fiscal que consiguió el país en 2024.
«Es el resultado de un liderazgo extraordinario de nuestro presidente @JMilei, sumado a un programa de estabilización que ha sorprendido al mundo, y un trabajo en equipo de todos los ministros y secretarios de este gobierno, que entendieron la importancia de la austeridad fiscal como la herramienta principal para recuperar la estabilidad macroeconómica y la paz social», agregó.
El superávit primario fue de 1,8% del PIB, que, tras el pago de los intereses de la deuda pública, se convirtió en un superávit financiero de 0,3% del PBI, según un comunicado publicado por el ministerio.
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Esto no ocurría desde hace 14 años y, además, fue el más alto en 16 años, según destacó el secretario de Estado en su cuenta de X (exTwitter).
De acuerdo con la comunicación de Economía, el resultado de 2024 «se consolida el ancla fiscal del programa de gobierno, que permanecerá durante el 2025».
En 2024 el Sector Público Nacional (SPN) registró un superávit primario de 1,8% del PIB y un superávit financiero de 0,3% del PIB.
Durante diciembre, un mes de alta estacionalidad en el gasto primario, el Sector Público Nacional registró un déficit primario de $1.301.046…— totocaputo (@LuisCaputoAR) January 17, 2025
Caputo destacó, asimismo, que «se alcanzó honrando la totalidad de las obligaciones contraídas por el Sector Público Nacional».
El superávit fiscal de 2024 en Argentina «contrasta con el déficit primario y financiero de 2,9% del PIB y 4,6% del PIB (excluyendo las rentas extraordinarias procedentes de la licitación de frecuencias 5G), respectivamente, registrado en 2023», según el ministerio Economía.
LA MOTOSIERRA
Para el ministro de Economía, el equilibrio fiscal es producto del severo ajuste que aplicó el gobierno de Milei, la llamada «motosierra».
La repartición informó que el gasto primario se redujo 27% interanual en términos reales, al destacar las bajas en el gasto de capital (-77%), las transferencias corrientes discrecionales a las provincias (-68%) y los subsidios económicos (-34%).
En todo caso, durante diciembre pasado el sector público nacional registró un resultado financiero negativo (-1,55 millones de pesos), después de un rojo primario de 1,3 millones de pesos.