Durante su visita a una feria comercial en La Habana, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, reafirmó la postura de su gobierno señalando a Washington tras las protestas de cientos de personas en seis localidades cubanas el pasado domingo, debido a los apagones y la escasez de alimentos.
El Gobierno de EE.UU. y su embajada en La Habana expresaron comprensión hacia las demandas de los manifestantes y exigieron a Cuba el respeto por los derechos humanos. Benjamin Ziff, encargado de Negocios estadounidense, fue convocado a la Cancillería cubana.
El presidente Díaz-Canel afirmó que tanto los voceros del Departamento de Estado como el Gobierno de EE.UU. y su embajada en Cuba son «injerencistas, prepotentes y desprecian al pueblo y la revolución cubana».
GOBIERNO CUBANO
Añadió que el Gobierno cubano no tiene que rendir cuentas a Washington, y que son libres, soberanos e independientes.
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Además, declaró que EE.UU. busca una restauración neocolonial y neoliberal en Cuba, pero expresó confianza en que no lo lograrán, afirmando que la revolución cubana es sólida. Díaz-Canel argumentó que EE.UU. emplea una «arma política de máxima presión» combinando asfixia económica con sanciones para provocar un estallido social y desestabilizar la unidad del pueblo cubano con la revolución.
PROTESTAS
Sobre las protestas del domingo, señaló que a pesar de ser pacíficas, tuvieron amplia cobertura internacional debido a la «perversidad» al abordar la problemática cubana.
Las protestas del domingo fueron unas de las más grandes registradas en Cuba desde el 11 de julio de 2021 (11J), en línea con las de Nuevitas (2022) y Caimanera (2023).
LUZ Y COMIDA
Cientos de personas en Santiago de Cuba y varias decenas en El Cobre, Bayamo, Santa Marta, Matanzas y Palma Soriano salieron a la calle pidiendo «corriente y comida», pero también «libertad», y gritando «Patria y vida», lema político de las protestas del 11J.
Cuba enfrenta una grave crisis económica desde hace más de tres años, con escasez de alimentos, medicinas y combustible, inflación galopante, prolongados apagones diarios y una creciente dolarización, lo que ha provocado una migración sin precedentes y un fuerte descontento social.
CENTRALES ELÉCTRICAS
Los apagones se han agravado en los últimos dos meses debido a averías en las centrales eléctricas obsoletas de factura soviética y la falta de combustible, con cortes eléctricos de hasta el 45% en momentos de alta demanda, sumando más de 10 horas al día en muchas provincias del país.
La pandemia, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses y errores en políticas económicas y monetarias han agravado los problemas estructurales del sistema cubano en los últimos tres años.