Internacional

Qué es la Nakba y el temor palestino de que se repita

Editado de agencias y medios internacionales por Cristian Navarro H.

Periodista

Nakba
Foto: Publicada en X por
Las recientes declaraciones de Donald Trump han generado controversia e incertidumbre entre los palestinos.

Cada mes de mayo, los palestinos conmemoran la Nakba, el trágico episodio de 1948 en el que aproximadamente 700.000 personas fueron expulsadas o huyeron de sus hogares en lo que hoy es Israel, marcando el inicio de un conflicto de larga duración.

A medida que se acerca el 77.º aniversario de este acontecimiento, la comunidad palestina, especialmente en Gaza, teme que la historia se repita. Este temor se ha intensificado tras las recientes declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que han avivado las ambiciones de la ultraderecha israelí.

PARALELISMOS ENTRE 1948 Y LA CRISIS ACTUAL EN GAZA

Las imágenes de desplazamientos masivos en Gaza, tras más de 15 meses de guerra y bajo una tregua frágil, evocan recuerdos de la Nakba de 1948.

El conflicto actual ha provocado la muerte de más de 47.000 personas y el desplazamiento de 1,7 millones de palestinos, la mayoría dentro del enclave.

Las recientes declaraciones de Trump y las acciones del gobierno de Netanyahu han puesto sobre la mesa la posibilidad de una expulsión a gran escala, más allá de las fronteras de Gaza.

LAS DECLARACIONES DE TRUMP Y LAS AMBICIONES SOBRE GAZA

Las recientes declaraciones de Donald Trump han generado controversia e incertidumbre entre los palestinos. En los últimos días, el presidente estadounidense ha planteado abiertamente la idea de «tomar el control» de Gaza y convertir el enclave en un proyecto de desarrollo bajo supervisión de Estados Unidos. Sus propuestas incluyen:

  • Control estadounidense sobre Gaza: Trump ha sugerido que Estados Unidos debería asumir el control de Gaza y encargarse de su reconstrucción, eliminando los escombros y «desarrollando económicamente» la zona.
  • La «Riviera del Medio Oriente»: Ha planteado la idea de convertir Gaza en un destino turístico y de desarrollo inmobiliario, atrayendo a personas de todo el mundo.
  • Expulsión de los gazatíes: En sus declaraciones, Trump ha propuesto trasladar a la población palestina a otros países, mencionando específicamente a Egipto y Jordania como posibles receptores.
  • Entrega de Gaza a EE. UU. por parte de Israel: Trump ha afirmado que, tras la guerra, Israel cedería el control del enclave a Estados Unidos para facilitar su «reconstrucción».

 

Estas ideas han sido bien recibidas por sectores de la ultraderecha israelí, que desde hace tiempo han manifestado su interés en colonizar Gaza. Incluso, miembros del movimiento de colonos israelíes han expresado públicamente su deseo de establecerse en la costa de Gaza.

EL PLAN DE EXPULSIÓN “VOLUNTARIA” Y SU IMPLEMENTACIÓN

El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, ha ordenado la elaboración de un plan para permitir la salida de los palestinos de Gaza «de manera voluntaria», ya sea por tierra, mar o aire. Según Katz, países como España, Irlanda y Noruega, que han criticado las operaciones militares israelíes, deberían aceptar refugiados gazatíes.

Sin embargo, este planteamiento ha sido duramente cuestionado. La historia ha demostrado que el desplazamiento forzado de los palestinos no suele ser reversible. Después de 1948, Israel prohibió el regreso de los refugiados a sus hogares, lo que llevó a la creación de una diáspora de más de seis millones de palestinos en campamentos de refugiados en Líbano, Siria, Jordania y Cisjordania.

RECONSTRUCCIÓN INCIERTA Y UNA TREGUA FRÁGIL

Aunque la tregua en Gaza ha permitido a algunos palestinos regresar temporalmente a sus hogares destruidos, la reconstrucción parece un objetivo lejano.

Según la ONU, reconstruir las viviendas destruidas en Gaza podría tomar hasta 2040. Mientras tanto, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha advertido que podría reanudar los ataques para continuar con su objetivo de «eliminar» a Hamás.

EL DERECHO AL RETORNO Y LA RESISTENCIA PALESTINA

La negativa de Israel a permitir el retorno de los refugiados palestinos ha sido uno de los puntos más conflictivos en las negociaciones de paz. La posibilidad de una nueva Nakba, incluso si se produce de forma gradual, genera una profunda preocupación entre los palestinos.

Investigadores como Yara Asi han advertido que el desplazamiento podría disfrazarse bajo términos como «emigración» o «reubicación voluntaria», pero que en la práctica seguiría siendo una forma de expulsión forzada.

A pesar de la adversidad, muchos palestinos han manifestado su determinación de permanecer en su tierra. «Nos quedamos aquí y aquí morimos», declaró Rashad Mansour, un palestino desplazado en 1948 que ahora vive en Gaza. Como él, miles de gazatíes rechazan la idea de abandonar su hogar y convertirse nuevamente en refugiados.

El desplazamiento forzado de una población bajo ocupación militar está prohibido por las Convenciones de Ginebra de 1949, lo que ha llevado a una condena internacional de las declaraciones de Trump y los planes del gobierno israelí. Sin embargo, la incertidumbre persiste, y el miedo a una nueva Nakba sigue latente en el pueblo palestino.

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