La aprobación de la moción de censura contra el primer ministro Michel Barnier ha sumido a Francia en una crisis política, la segunda en seis meses.
El presidente Emmanuel Macron enfrenta ahora el desafío de nombrar un nuevo primer ministro mientras lidia con las crecientes presiones de la oposición, que exige su dimisión.
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OPCIONES PARA MACRON
Tras la renuncia oficial de Barnier, presentada el 5 de diciembre, Macron puede optar por tres caminos: nombrar un nuevo primer ministro, mantener un gobierno interino liderado por Barnier, o formar una administración tecnocrática hasta las elecciones legislativas programadas para julio de 2025.
Sin embargo, cualquier nuevo primer ministro enfrentará un Parlamento profundamente dividido, donde el oficialismo carece de mayoría y la oposición, especialmente el partido de izquierda Francia Insumisa, ha prometido censurar «automáticamente» a cualquier premier que no provenga de sus filas.
PRESIONES SOBRE MACRON
La oposición, liderada por Francia Insumisa y la ultraderecha de Marine Le Pen, exige la dimisión de Macron.
Encuestas recientes indican que el 64 % de los franceses desea su renuncia, pero el presidente ha descartado esta posibilidad, prometiendo cumplir su mandato hasta 2027.
Macron podría recurrir a mecanismos constitucionales extraordinarios, como referendos o los «plenos poderes» del Artículo 16, una medida extrema reservada para situaciones de crisis.
Hasta ahora, ha respondido a las demandas de la oposición con firmeza, asegurando que gobernará «hasta el último segundo» de su mandato.
EL PRESUPUESTO DE 2025, EJE DE LA CRISIS
El presupuesto de 2025, rechazado por el Parlamento, se encuentra en el centro de esta crisis.
La administración de Barnier propuso un ahorro de 60.000 millones de euros mediante recortes y aumentos de impuestos, pero el plan enfrentó una fuerte oposición.
Si el Parlamento no lo aprueba antes del 20 de diciembre, el gobierno podría extender las disposiciones fiscales de 2024 de manera provisional.
Marine Le Pen y otros opositores sostienen que esta situación beneficiaría a los hogares franceses, mientras que el gobierno saliente advierte que sin ajustes fiscales, más ciudadanos pagarían impuestos adicionales.
¿QUÉ LLEVÓ A LA CENSURA DE BARNIER?
El detonante fue la decisión de Barnier de invocar el controvertido Artículo 49.3 de la Constitución para aprobar el presupuesto de la Seguridad Social sin votación parlamentaria.
Esto generó un fuerte rechazo en el Parlamento, donde la falta de una mayoría clara ya había dificultado las negociaciones desde las elecciones legislativas de mitad de año.
Ahora, Macron deberá maniobrar hábilmente para nombrar un primer ministro aceptable para la mayoría del espectro político, evitando nuevos bloqueos que paralicen al país hasta las elecciones legislativas de 2025.