El próximo domingo 1 de junio, México vivirá un proceso electoral inédito: millones de ciudadanos podrán elegir, por primera vez, a jueces de todos los niveles, incluidos los de la Suprema Corte. Esta decisión marca el punto culminante de una profunda y controvertida reforma judicial impulsada por el oficialismo, que promete acabar con la corrupción y el nepotismo en el sistema de justicia. Sin embargo, sus críticos advierten que esta transformación pone en riesgo la imparcialidad judicial, abre la puerta a la politización y podría comprometer la seguridad jurídica del país.
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¿POR QUÉ LA ELECCIÓN GENERA TANTA POLÉMICA?
La reforma modificó de raíz la forma en que se accede a la judicatura: eliminó el modelo de carrera judicial y lo reemplazó por el voto popular, reduciendo los requisitos para postular. Según el partido Morena, esto democratiza el sistema; pero para expertos, juristas y organismos internacionales, vulnera la independencia judicial.
Las preocupaciones son múltiples:
- El proceso de selección ha sido opaco y acelerado.
- Varios candidatos tienen vínculos con causas penales o antecedentes como defensores de criminales notorios.
- El crimen organizado podría infiltrar las postulaciones.
- El conteo de votos no se hará en las mesas, sino en juntas distritales, lo que ha levantado dudas sobre la transparencia del proceso.
¿QUÉ SE ELIGE EXACTAMENTE?
Más de 7.000 candidatos compiten por 2.600 cargos. La elección incluye:
- Los nueve integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
- Miembros del tribunal electoral federal.
- Jueces federales y locales en 19 estados.
- Cinco integrantes del nuevo Tribunal Disciplinario Judicial.
Las decisiones de estos jueces afectarán desde casos de violencia intrafamiliar hasta grandes procesos penales o controversias constitucionales. “Están en juego derechos fundamentales”, advierte Gloria Alcocer, experta electoral.
¿DEBE LA CIUDADANÍA PARTICIPAR?
Aunque el voto en México no es obligatorio, hay un debate abierto sobre si votar legitima un sistema cuestionado o si abstenerse favorece al oficialismo, que ya domina la mayoría de las postulaciones. Varios sectores llaman a participar como “mal menor”, mientras que otros rechazan el proceso por considerarlo una amenaza estructural al Estado de derecho.
¿QUÉ IMPACTO TIENE EN LA ECONOMÍA?
El proceso costará más de 17 millones de dólares. En un contexto de incertidumbre económica y tensión comercial con Estados Unidos, la politización del Poder Judicial podría espantar inversiones. Tanto Washington como Ottawa han advertido que la reforma podría violar acuerdos del T-MEC. La caída del peso tras la aprobación de la reforma fue un primer síntoma de ese riesgo.
¿MEJORARÁ LA JUSTICIA?
No hay consenso. El gobierno insiste en que la ciudadanía ganará poder y transparencia. Sin embargo, expertos como el académico Rafael Estrada Michel creen que la justicia no mejorará si no se fortalecen fiscalías y policías. Además, advierten que el Tribunal Disciplinario podría usarse para castigar decisiones judiciales incómodas.
¿Y EN EL RESTO DEL MUNDO?
México sería el primer país en elegir por voto directo a toda su judicatura. En Estados Unidos solo se vota por ciertos jueces locales. En Bolivia, el experimento ha mostrado altos niveles de abstención y votos nulos. La experiencia internacional sugiere que la independencia judicial rara vez se fortalece con el voto popular.
Por primera vez en la historia de México, se celebrará una elección judicial para renovar parte del Poder Judicial Federal. Este domingp, las y los ciudadanos podrán votar por 881 cargos clave, que van desde ministras y ministros de la SCJN hasta juezas y jueces de distrito.… pic.twitter.com/arFU54T3ua
— Guillermo Ortega Ruiz (@GOrtegaRuiz) May 26, 2025