El Reino Unido estaría analizando un plan de envío de inmigrantes ilegales hasta Macedonia del Norte a cambio de un pago millonario y asistencia militar al país balcánico.
Así, al menos, lo planteó The Times, que expuso además que el objetivo de esta medida del primer ministro británico, Keir Starmer, es disuadir a los migrantes de cruzar en pequeñas embarcaciones el Canal de la Mancha, entre Inglaterra y Francia.
Hasta principios de este mes, 39 mil 292 personas ya lo hicieron, lo que supone un alza del 17 % respecto al mismo periodo del año anterior.
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De acuerdo con la publicación, ambas naciones iniciaron formalmente estos contactos a principios de otoño.
Según el plan, los migrantes serían deportados y se les ofrecería la oportunidad de solicitar asilo en Macedonia del Norte, pero no serían detenidos ni se les restringiría su movimiento, lo que les daría la libertad de salir del país si así lo desean.
Además, se les animaría a obtener visados en ese país para trabajar en sectores que necesitan mano de obra, como la construcción.
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Este no es la única iniciativa que analiza el Gobierno del Reino Unido para reducir el número de inmigrantes que cruzan en botes el Canal.
De hecho, tras haber acordado ya acoger a migrantes en situación ilegal procedentes de Estados Unidos, Kosovo también estaría en conversaciones con el Reino Unido sobre la apertura de un centro de retorno,
Una iniciativa como esa permitiría al Reino Unido expulsar a migrantes procedentes de países a los que es imposible devolverlos por su inseguridad, como Afganistán o Eritrea.
EL POLÉMICO PLAN DE RUANDA
Algunos críticos a esta inciativa hn plantrado la similitud de estos centros con el programa de Ruanda del anterior Gobierno conservador, que fue descartado por el laborismo cuando llegó al poder en julio de 2024.
El primer ministro Starmer lo ha rechazado.
El plan Ruanda fue diseñado para deportar a los migrantes a los pocos días de su llegada al Reino Unido, sin que se consideraran sus solicitudes de asilo ni otras vías legales.
Para controlar la inmigración, el Gobierno presentó en noviembre un proyecto de ley para una reforma del sistema de asilo, que limitará el acceso a la residencia legal de los refugiados, endurecerá la reunificación familiar y acelerará las deportaciones de quienes no tengan derecho a permanecer en el Reino Unido.







