Este martes los Reyes de España, Felipe VI y Letizia, realizaron una nueva visita a las regiones más afectadas por las inundaciones del pasado 29 de octubre.
En esta ocasión, la recepción fue muy diferente a la caótica experiencia de hace dos semanas, cuando se enfrentaron a un ambiente hostil.
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Los vecinos de Chiva, en la región de Valencia, recibieron a los monarcas con aplausos y muestras de apoyo al congregarse frente a la alcaldía durante su visita, informó la agencia AFP.
La Casa Real optó por mantener en secreto la visita hasta el último momento y llevarla a cabo con la máxima discreción, evitando así cualquier tipo de altercado
Los reyes, además de Chiva, tienen previsto visitar otras localidades afectadas por las inundaciones, como Utiel, también en la región de Valencia, y Letur, en la vecina Castilla-La Mancha.
Este desastre natural dejó un saldo de 227 personas fallecidas y más de una decena de desaparecidos, convirtiéndose en una de las tragedias más devastadoras en la historia reciente del país.
RECIBIMIENTO FUE CORDIAL
La situación fue muy distinta el pasado 3 de noviembre, cuando Felipe VI y Letizia acudieron a Paiporta, localidad considerada el epicentro del desastre.
En esa ocasión, los monarcas llegaron acompañados por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón.
Sin embargo, la comitiva fue recibida con insultos, gritos de «asesinos» y un lanzamiento de barro y objetos. Las imágenes del incidente dieron la vuelta al mundo, mostrando el nivel de descontento de los afectados.
Los organizadores evacuaron rápidamente a Pedro Sánchez del lugar durante el encuentro tumultuoso, mientras que Carlos Mazón se retiró de la zona poco después.
Los reyes, por su parte, intentaron mantener la calma y dialogar con algunos vecinos, pese a tener la ropa y los rostros manchados de lodo, antes de retirarse también.
Con esta nueva visita, Felipe VI y Letizia buscan reforzar su compromiso con las comunidades afectadas, mostrando apoyo a las víctimas y a los equipos que trabajan en la recuperación de las zonas devastadas.
La respuesta más cálida de los ciudadanos en esta ocasión refleja un cambio significativo en el clima social tras las primeras semanas de conmoción y duelo.