Rumania celebra este domingo una decisiva segunda vuelta presidencial tras meses de agitación política. La contienda enfrenta al ultranacionalista George Simion, favorito según las encuestas, y al independiente proeuropeo Nicusor Dan, en unos comicios que podrían redefinir el posicionamiento geopolítico del país.
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La votación se produce en un contexto inédito: el anterior proceso electoral fue anulado en diciembre por sospechas de injerencia rusa, y a comienzos de mayo colapsó la coalición de gobierno conformada por socialdemócratas, conservadores y la minoría húngara. Hoy, el país está bajo un gobierno provisional y con un presidente interino.
UN PAÍS DIVIDIDO ENTRE DOS PROYECTOS
George Simion, de 38 años y líder de la formación populista Alianza para la Unión de los Rumanos (AUR), propone una Rumania soberanista inspirada en el modelo húngaro de Viktor Orbán. Su programa aboga por distanciarse de la Unión Europea, limitar el respaldo militar a Ucrania y promover valores ultraconservadores.
Por su parte, Nicusor Dan, actual alcalde liberal de Bucarest, encarna una visión moderada y europeísta. Su campaña, centrada en la lucha contra la corrupción y la estabilidad institucional, busca mantener los compromisos de Rumania con la OTAN y la UE. Su eslogan, “Una Rumania honesta”, refleja su perfil reformista, aunque su falta de carisma ha sido criticada.
SIMION ENCABEZA LAS ENCUESTAS
Simion obtuvo el 41 % en la primera vuelta celebrada el 4 de mayo. Algunos sondeos le otorgan un 52 % en el balotaje, aunque otras mediciones muestran una competencia ajustada. Dan, que logró un 21 % en la primera ronda, enfrenta el desafío de movilizar al electorado centrista y moderado.
UNA PRESIDENCIA CON PODER REAL
Aunque Rumania es una república semiparlamentaria, la jefatura del Estado tiene atribuciones claves en defensa, política exterior y la designación de altos cargos. Simion ya adelantó que, en caso de vencer, propondrá como primer ministro a Calin Georgescu, un político prorruso inhabilitado como candidato presidencial por el Tribunal Constitucional. Si no logra una mayoría parlamentaria, no descarta forzar nuevas elecciones legislativas.
El desenlace de este balotaje no solo definirá el liderazgo del país, sino también su rol en Europa y el futuro de sus alianzas estratégicas.
📌 En conclusión, Rumanía se juega mucho más que una presidencia. El domingo decide entre seguir anclada a Europa o abrir la puerta a una deriva iliberal. Lo que ocurra en Bucarest resonará en Bruselas, Kiev… y más allá. pic.twitter.com/8tBvHcWoq1
— El Tablero (@ElTableroPol) May 16, 2025
