Durante la madrugada, las fuerzas de Rusia llevaron a cabo un ataque masivo con drones kamikaze Shahed y otros modelos, concentrando sus objetivos principales en las ciudades de Kiev y Odesa, de acuerdo con las autoridades locales.
Estos ataques se han vuelto frecuentes en las últimas semanas, en un intento de Rusia por debilitar la infraestructura y la moral ucraniana.
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En Kiev y sus alrededores, el Ejército ucraniano informó que logró interceptar y derribar más de treinta drones en una operación de defensa antiaérea coordinada por la Administración Militar de la región.
Sin embargo, algunos fragmentos de los drones abatidos cayeron en zonas residenciales, ocasionando daños en viviendas y diversas infraestructuras comerciales.
La caída de estos restos también representó un peligro para los habitantes, aunque no se reportaron víctimas mortales.
CIUDAD DE ODESA
En la ciudad de Odesa, ubicada en el sur de Ucrania y conocida por ser el principal puerto marítimo del país, el ataque provocó graves daños.
Un edificio de varios pisos resultó alcanzado, junto con varios vehículos en la misma área. La explosión dejó herido a un hombre de 30 años, quien fue trasladado a un hospital cercano.
La Administración Militar de Odesa informó que este ataque forma parte de una estrategia para obstaculizar el flujo de suministros y exportaciones.
REGIÓN CENTRAL DE ZHITÓMIR
Por otra parte, drones rusos alcanzaron también la región central de Zhitómir, impactando en una infraestructura eléctrica clave. Como resultado del ataque, tres distritos de la región se quedaron temporalmente sin electricidad, según informaron las autoridades locales, que trabajan para restablecer el servicio.
En simultáneo, en la región ucraniana de Sumi, fronteriza con Rusia, una bomba aérea rusa provocó la muerte de una persona. La zona, en el sureste del país, ha sido objeto de ataques regulares, dada su cercanía con territorio ruso.
Rusia utiliza drones kamikaze Shahed de fabricación iraní en estos ataques nocturnos, los cuales son relativamente económicos y tienen un alcance de hasta mil kilómetros.
Aunque las defensas ucranianas interceptan la mayoría de estos drones, el impacto de los fragmentos y algunos drones que logran eludir las defensas siguen generando víctimas y daños en viviendas e infraestructuras esenciales para la población ucraniana.
