En medio de la peor caída del rublo, el Banco Central de Rusia anunció que no adquirirá monedas extranjeras.
Desde septiembre, la depreciación del rublo ha sido constante, intensificándose tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
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Ante esta situación, el presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró que «no hay razones para el pánico». «La situación está bajo control. Ciertamente, no hay motivos para alarmarse», declaró en Astaná, atribuyendo la caída de la moneda a «factores estacionales».
El Banco Central de Rusia (BCR) decidió suspender la compra de divisas extranjeras en el mercado interno hasta finales de 2025, una medida orientada a reducir la volatilidad en los mercados financieros.
Según el regulador, esta decisión busca mitigar la fuerte devaluación del rublo, que esta semana alcanzó su nivel más bajo desde marzo de 2022.
CAIDA DESDE TRIUNFO DE TRUMP
El rublo cayó a 108,01 unidades por dólar, perdiendo 2,73 intercambios respecto a la cotización previa, mientras que el euro se posicionó en 113,09 distribuidos y el yuan superó las 15 unidades.
Desde el triunfo de Trump el 5 de noviembre, la moneda rusa ha perdido cerca del 10% de su valor, acercándose a los mínimos históricos registrados al inicio de la guerra en Ucrania.
El BCR continuará vendiendo divisas extranjeras para fortalecer el Fondo de Bienestar Nacional y decidirá reanudar las compras según las condiciones del mercado financiero, aplazando cualquier adquisición significativa hasta 2025.
DEPRECIACIÓN SE DEBE A MULTIPLES FACTORES
Los analistas atribuyen la depreciación del rublo a múltiples factores, entre ellos las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos.
Estas incluyen restricciones al Gazprombank, que afectan la entrada de divisas extranjeras al país, y la intensificación de sanciones contra entidades financieras rusas involucradas en la adquisición de material militar.
Además, la escalada militar en Ucrania, marcada por el uso del misil hipersónico Oréshnik como respuesta a ataques ucranianos, ha incrementado la presión sobre la economía rusa.
A nivel interno, el aumento del gasto público y el cierre del período fiscal a finales de noviembre han acentuado las dificultades económicas.
INFLACIÓN CONTROLADA
La inflación oficial en Rusia se sitúa en 8,5%, aunque economistas sugieren que la cifra real podría ser hasta tres veces mayor.
Mientras tanto, los precios de productos básicos han subido significativamente, aumentando las críticas hacia el Banco Central por parte de diversos sectores.
Desde junio, las operaciones con dólares y euros en la Bolsa de Moscú fueron suspendidas debido a las sanciones internacionales, delegando la gestión de las tasas oficiales de cambio al Banco Central.
Estas transformaciones en el mercado de divisas, sumadas a las altas tasas de interés del 21%, podrían llevar a un estancamiento económico acompañado de una inflación descontrolada.
The Russian ruble is at its lowest level in 5 years, Putin is starting to run out of reserves, monetary printing will start to take its toll, financially drowned he will most likely have to negotiate with Trump an immediate way out of the conflict. pic.twitter.com/D5GQmyU4Uu
— Emmanuel Rincón (@EmmaRincon) November 28, 2024