La senadora aborigen australiana Lidia Thorp protagonizó un enfrentamiento con el rey Carlos III durante su visita a Australia.
Thorp, conocida por su activismo en defensa de los derechos de los pueblos indígenas, interrumpió al monarca tras su discurso ante el Parlamento australiano en Canberra, exigiendo la devolución de las tierras y denunciando el legado de la colonización británica en el país.
Una senadora aborigen, ataviada con una piel de canguro, interrumpe el discurso de Carlos III para gritar “no es nuestro rey” y señalarlo por el genocidio #powerdressing #protocolo pic.twitter.com/FywT0C4Rkr
— Patrycia Centeno (@PoliticayModa) October 21, 2024
«¡Devuélvanos nuestra tierra! ¡Denos lo que nos robaron!», exclamó la senadora mientras se acercaba al rey, en un acto que duró cerca de un minuto y que incluyó fuertes críticas a la historia colonial de Australia.
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El incidente ocurrió al finalizar un discurso de Carlos III, quien instó a Australia a liderar la lucha contra el cambio climático, destacando la importancia de la responsabilidad medioambiental.
Sin embargo, el mensaje del rey quedó eclipsado por las declaraciones de Thorp, quien le recordó el sufrimiento de los pueblos indígenas durante la colonización, incluyendo las muertes y desplazamientos que ocurrieron durante la expansión británica en Australia.
Thorp también expresó que Carlos III «no es su rey» y que Australia nunca cedió formalmente su soberanía a la Corona británica.
El rey Carlos III, quien lleva a cabo su visita más extensa desde su coronación en 2023, incluyó a Australia y Samoa en su gira.
Esta visita se produce en un contexto de tensiones políticas entre el Reino Unido y las comunidades indígenas australianas, que han incrementado las demandas de disculpas y reparaciones por la historia colonial.
Líderes indígenas de varios países de la Commonwealth, incluida Australia, han solicitado al monarca que asuma la responsabilidad por los efectos históricos de la colonización, algo que Thorp reiteró durante su protesta.
El episodio ha puesto de relieve el debate sobre el papel de la monarquía en las antiguas colonias británicas, especialmente en un momento en que algunos sectores en Australia promueven la idea de convertirse en república.
La intervención de Thorp subraya la tensión entre la herencia colonial y los esfuerzos por un reconocimiento pleno de los derechos de los pueblos originarios
