Este martes 1 de octubre Shigeru Ishiba asumió el cargo de primer ministro de Japón, reemplazando a Fumio Kishida, quien renunció debido a una baja en popularidad generada por escándalos de corrupción dentro de su administración.
Ishiba, de 67 años, asumió el liderazgo del país como jefe del Partido Liberal Democrático (PLD), que ha gobernado Japón casi ininterrumpidamente desde la posguerra.
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Una de las primeras acciones de Shigeru Ishiba fue la conformación de su gabinete, compuesta por 19 miembros, entre ellos solo dos mujeres, lo que destaca la continua lucha por la representación femenina en la política japonesa.
Entre los nombramientos clave están Katsunobu Kato como ministro de Finanzas, Gen Nakatani como ministro de Defensa y Takeshi Iwaya como ministro de Relaciones Exteriores. Estos nombramientos reflejan la intención de Ishiba de fortalecer la seguridad nacional y continuar impulsando la política económica para abordar los desafíos internos, como el envejecimiento de la población y la desaceleración económica.
Ishiba anunció que disolverá la Cámara Baja el 9 de octubre y convocará elecciones anticipadas para el 27 de octubre de 2024, con el objetivo de consolidar la legitimidad de su nuevo gobierno y recibir el respaldo del pueblo. Esta estrategia también responde a la necesidad de unificar su partido, que ha sido sacudida por divisiones internas y corrupción bajo la administración de Kishida.
En el ámbito de la política exterior, Ishiba ha abogado por una alianza más equitativa con Estados Unidos y ha expresado su deseo de crear una estructura de defensa similar a la OTAN en la región, debido a la creciente amenaza de China, Corea del Norte y Rusia. Este enfoque, junto con sus esfuerzos por mantener la estabilidad interna y fortalecer la economía, serán los principios
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— 首相官邸 (@kantei) October 1, 2024