En las últimas horas, China desató una nueva ola de tensión en el estrecho de Taiwán, lanzando un conjunto de maniobras militares alrededor de la isla con fuerzas navales, aéreas y unidades de misiles.
El Ejército Popular de Liberación (EPL) de China calificó estos ejercicios como una «firme advertencia y enérgica disuasión» contra los «separatistas» taiwaneses. En los simulacros, las fuerzas chinas simularon un bloqueo total de la isla, incluyendo patrullajes para garantizar la superioridad tanto aérea como marítima y bloqueos de áreas clave.
PEKÍN AUMENTA LA PRESIÓN SOBRE TAIWÁN
El portavoz del Comando del Teatro Oriental, coronel Shi Yi, explicó que las maniobras buscan «salvaguardar la soberanía y unidad nacional» de China y que son una respuesta legítima a los movimientos en Taiwán, que Pekín considera parte de su territorio.
La medida se produce tras los recientes comentarios del presidente de Taiwán, William Lai, quien tachó a China de «fuerza externa hostil» y anunció nuevas medidas para frenar las operaciones de infiltración de Pekín en la isla.
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RESPUESTA TAIWANESA: MÁXIMA ALERTA
El Gobierno de Taiwán no tardó en responder ante lo que considera una amenaza directa al orden regional y la estabilidad internacional. El Ministerio de Defensa Nacional de Taiwán activó este martes su «mecanismo de respuesta» y puso a todo el personal militar en máxima alerta.
Según el comunicado, las fuerzas armadas taiwanesas están dispuestas a defender la soberanía de la isla, actuando bajo el principio de «no escalar el conflicto ni provocar disputas», pero sin vacilar ante incursiones en lo que llaman «zona gris».
El Ministerio también detalló que, desde el 29 de marzo, ha monitoreado de cerca los movimientos del grupo de combate del portaaviones chino Shandong, que ingresó a la zona de identificación de defensa aérea (ADIZ) taiwanesa.
Además, informó que, en las últimas 24 horas, un total de 19 buques de guerra chinos fueron detectados en las cercanías de Taiwán, marcando la cifra más alta de presencia militar china en la región durante este año.
UN CONTEXTO DE CRECIENTE TENSIÓN
La escalada de tensión se produce en un momento crítico, tras las medidas adoptadas por Taiwán para contrarrestar las presiones de Pekín. El presidente taiwanés Lai, quien ha sido duramente criticado por el régimen chino, ha acelerado los esfuerzos para frenar la influencia de China en la isla, lo que incluye medidas como la reinstauración de tribunales militares y controles más estrictos sobre las visitas de ciudadanos chinos.
Pekín, por su parte, ha mostrado una postura cada vez más dura. En un editorial, la agencia oficial Xinhua acusó a Lai de “destruir la paz” y llevar a Taiwán a un «precipicio peligroso», acusaciones que reflejan el malestar de Pekín con los últimos giros en la política de seguridad de Taiwán.
EL JUEGO GEOPOLÍTICO DE PEKÍN
Las maniobras de China no son un hecho aislado. Desde que asumió el poder, el presidente Xi Jinping ha reiterado en diversas ocasiones el objetivo de “reunificar” Taiwán con el continente, a pesar del rechazo rotundo de la isla.
El Gobierno chino ha hecho uso de la fuerza militar en múltiples ocasiones para mostrar su determinación en este objetivo, utilizando ejercicios militares como una herramienta de presión.
En respuesta, Taiwán ha estado fortaleciendo su capacidad de defensa y cultivando relaciones internacionales para asegurar el apoyo a su soberanía. Sin embargo, la constante presencia militar china en el estrecho de Taiwán pone en evidencia la creciente fragilidad del equilibrio en la región del Indo-Pacífico.
China staged military drills off Taiwan’s north, south and east coasts as a ‘stern warning’ against separatism and called Taiwanese President Lai Ching-te a ‘parasite,’ as Taiwan sent warships to respond to China’s navy approaching its shores https://t.co/wKipKYR6F1 pic.twitter.com/jdpKjAiB3i
— Reuters (@Reuters) April 1, 2025