Si bien no llegaron a los tres metros pronosticados inicialmente, las primeras olas del tsunami tras el terremoto en la península rusa de Kamchatka comenzaron a impactar en las costas de Hawaii.
Así lo informó el Sistema de Alerta de Tsunamis de Estados Unidos, gestionado por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés).
El anuncio era que se debían tomar medidas urgentes para proteger las vidas y los bienes, pues se trata de una serie de largas olas oceánicas que pueden inundar extensamente las zonas costeras.
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De ese modo, se registró ya una ola de hasta 1,74 metros en Kahului, Maui y otra de 1,5 metros en Hailo, Hawaii.
«Cada cresta individualmente puede durar entre 5 y 15 minutos o más, y la amenaza podría prolongarse durante varias horas», advirtieron.
«Todas las costas están en peligro, independientemente de la dirección en que se encuentren», agregaron. La explicación de las autoridades en Hawaii: la depresión de una ola de tsunami puede dejar al descubierto temporalmente el fondo marino, pero «las zonas volverán a inundarse rápidamente».
60 CENTÍMETROS EN JAPÓN
Japón ya sintió también el paso del tsunami.
Fue de 60 centímetros en la isla de Hokkaido, mientras que en la localidad de Hamanaka, en Hokkaido, y tambi’én en el puerto de Kuji, en Iwate, informó la Agencia Meteorológica de Japón.
Varias áreas reportaron olas más pequeñas, incluyendo unas de 20 centímetros en la bahía de Tokio cinco horas después del terremoto.
En la ciudad costera de Matsushima, en el norte del país, decenas de residentes se refugiaron en un centro de evacuación.
El secretario del gobierno de Japón, Yoshimasa Hayashi, advirtió a los evacuados que es posible que no puedan regresar a sus casas al final del día, ya que las olas del tsunami podrían seguir siendo altas.
La alerta interrumpió el transporte en Japón, con transbordadores, trenes y aeropuertos en las zonas afectadas, suspendiendo o retrasando algunas operaciones.
Por su parte, Tepco, operadora de la central de Fukushima Daiichi, evacuó a todos los trabajadores de la planta después de que se emitiera la alerta, aunque la compañía informo más tarde de que no se habían producido daños ni anomalías en sus instalaciones.
También evacuó a los de Daini (central que queda al lado) y detuvo el vertido al océano del agua tratada de la accidentada central.