El presidente Ferdinand Marcos Jr. declaró este jueves el estado de calamidad nacional luego de que el tifón Kalmaegi arrasara el centro de Filipinas: al menos 142 personas murieron y 127 siguen desaparecidas. Las lluvias extremas inundaron ciudades de Cebú y provocaron flujos de lodo volcánico en Negros. El sistema ya salió al mar de China Meridional y se dirige hacia Vietnam, donde las autoridades advierten olas de hasta ocho metros.
BALANCE E IMPACTO
La Oficina Nacional de Defensa Civil confirmó 114 fallecidos, cifra que se eleva con 28 muertes adicionales reportadas por autoridades locales. La mayoría de las víctimas se ahogó durante crecidas repentinas. El embate afectó a casi dos millones de personas y desplazó a más de 560.000, entre ellas casi 450.000 evacuadas a albergues.
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Seis de las víctimas murieron cuando un helicóptero de la Fuerza Aérea que llevaba ayuda humanitaria se estrelló en Agusan del Sur. El ejército no precisó la causa del accidente.
CEBÚ, EL EPICENTRO DE LA DEVASTACIÓN
En Cebú, las inundaciones anegaron ciudades enteras y obligaron a residentes a refugiarse en los techos. Al menos 71 personas fallecieron, 65 continúan desaparecidas y 69 resultaron heridas. La gobernadora Pamela Baricuatro atribuyó la gravedad de las crecidas a años de extracción en canteras que obstruyeron ríos y a obras de control de inundaciones deficientes. La provincia ya estaba golpeada por el terremoto de magnitud 6,9 del 30 de septiembre, que dejó 79 muertos y miles de damnificados.
Según la meteoróloga Charmagne Varilla, Cebú recibió 18,3 cm de lluvia en 24 horas, muy por encima del promedio mensual de 13,1 cm.
DESLIZAMIENTOS VOLCÁNICOS EN NEGROS
En Negros, las lluvias activaron flujos de lodo volcánico que sepultaron viviendas en la ciudad de Kanlaon, tras la remoción de material depositado por erupciones desde 2024, informó la policía local. Allí al menos 30 personas perdieron la vida y 62 permanecen desaparecidas.
RESPUESTA Y RESTRICCIONES
La declaración de calamidad libera fondos de emergencia y facilita controles contra el acaparamiento de alimentos. Las autoridades prohibieron el zarpe de ferris y pesqueros por mar gruesa, dejando más de 3.500 pasajeros varados en cerca de 100 puertos. También cancelaron al menos 186 vuelos nacionales.
Mientras continúa la respuesta, los servicios meteorológicos vigilan un nuevo ciclón que podría fortalecerse a supertifón y golpear el norte de Filipinas a inicios de la próxima semana.
RUMBO A VIETNAM
Kalmaegi avanza hacia Vietnam y podría impactar la noche del jueves, con oleaje de hasta ocho metros, alertó el servicio meteorológico nacional. El viceprimer ministro Tran Hong Ha calificó al fenómeno como “peligroso y muy anormal” y pidió acelerar la preparación local.
UN PAÍS EN LA PRIMERA LÍNEA DEL RIESGO CLIMÁTICO
Filipinas enfrenta cada año alrededor de 20 tifones y tormentas, además de frecuentes sismos y más de una docena de volcanes activos, lo que la convierte en una de las naciones más expuestas a desastres. La comunidad científica advierte que el cambio climático intensifica estos eventos, volviéndolos más frecuentes, letales y destructivos.







