El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este lunes que espera sostener una conversación con su homólogo chino, Xi Jinping, “quizás a finales de la semana”, luego del acuerdo alcanzado en Ginebra entre delegaciones de ambos países para reducir parcialmente los aranceles recíprocos durante un período de 90 días. El entendimiento, que no incluye impuestos sobre automóviles, acero, aluminio ni medicamentos, provocó reacciones positivas en los mercados internacionales.
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ACUERDO LIMITADO PERO CON IMPACTO INMEDIATO
Durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, Trump aclaró que la reducción arancelaria representa un gesto inicial para avanzar hacia “la unificación y la paz” comercial con China. Aunque el acuerdo implica una pausa parcial en la escalada de tensiones, los aranceles vigentes siguen siendo un 30% más altos que al inicio de su mandato.
El mandatario también reveló que conversó con el director ejecutivo de Apple, Tim Cook, sobre nuevas inversiones en producción nacional. Además, criticó duramente a la Unión Europea, calificándola como “más agresiva que China” en materia comercial. En esa línea, señaló que la UE estaría dispuesta a “reducir considerablemente” sus restricciones a las exportaciones estadounidenses, particularmente en el sector automotriz.
LA INCERTIDUMBRE HIZO CAER EL DÓLAR Y SUBIR LA TASA DE LOS BONOS
El economista Víctor Salas, académico de la Facultad de Administración y Economía de la Universidad de Santiago, consultado por Está Pasando, analizó los efectos macroeconómicos del reciente acuerdo arancelario entre Estados Unidos y China, destacando que la incertidumbre generada desde inicios de abril tuvo consecuencias significativas sobre el valor del dólar y el mercado de deuda pública estadounidense.
Según Salas, el clima de tensión previo al entendimiento comercial entre ambas potencias provocó una reacción inmediata en los mercados financieros. “La incertidumbre detonada el 2 de abril asustó a los poseedores de bonos del Tesoro de Estados Unidos, que salieron a vender estos instrumentos. Eso hizo subir la tasa de rendimiento de los bonos hasta un 4,5%, que es altísima, y bajar su precio”, explicó.
El académico señala que esta dinámica obedece a la naturaleza de los bonos como instrumentos de renta fija, donde un alza en la tasa reduce su valor nominal. “Lo que se observa con claridad es que, al subir el rendimiento, se reduce el tamaño efectivo de la deuda de Estados Unidos frente al resto del mundo”, apuntó.
UNA VENTAJA RELATIVA PARA EL TESORO, PERO CON COSTOS
Para Salas, este efecto colateral termina beneficiando parcialmente al gobierno federal: “Obviamente, esto representa una ventaja para el secretario del Tesoro, que debe enfrentar pagos de intereses de una deuda que no ha dejado de aumentar. Al reducirse el valor de los bonos, también disminuye el peso de esa carga financiera”.
Sin embargo, advierte que esta situación también tiene un reverso preocupante: “Cuando sube la tasa de interés de los bonos, que actúan como referencia para los créditos internacionales, eso significa que cuando Estados Unidos necesite financiar su alto déficit fiscal, tendrá que salir a pedir préstamos más caros. Esa es la otra cara de esta maniobra, y no se puede pasar por alto”.
CHINA, LOS BONOS Y UNA OPERACIÓN DE PRESIÓN INDIRECTA
El economista también sugiere que el acuerdo con China y la evolución de los mercados podría haber respondido a una jugada estratégica: “Lo que ocurrió entre Estados Unidos y China hace pensar que fue una operación intencionada para provocar una subida en la tasa de rentabilidad de los bonos estadounidenses. Eso creó una presión económica clara”.
Además, Salas afirma que el papel de China fue clave: “Es curioso, pero aparentemente fue China, al responder con represalias arancelarias, la que forzó el alza en las tasas de los bonos. Esa presión terminó influyendo en la decisión del presidente estadounidense de ajustar su postura y alcanzar un acuerdo más razonable con Beijing”.
PERSPECTIVAS DE AJUSTE EN EL COMERCIO INTERNACIONAL
Finalmente, Salas subraya que los movimientos recientes deben leerse también como parte de una transformación en la arquitectura comercial global. “Estados Unidos parece decidido a establecer nuevos acuerdos que reordenen su inserción en la economía mundial. Pero es fundamental cuantificar estas maniobras y observar hacia dónde se mueve la situación, porque lo que hoy se presenta como un alivio podría mañana ser una carga más pesada”, concluyó.
Trump
“Hicimos un gran acuerdo comercial con #China en Ginebra”… ellos estaban teniendo problemas económicos internos 🧐
Se espera que Trump hable con el presidente Xi 🇨🇳 a final de semana… dejar por escrito los acuerdos tardará bastante 🤷🏻 pic.twitter.com/A1MR282oBx
— Juan Rodríguez (@juanbiter) May 12, 2025