El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, comunicó este viernes que los aranceles a las importaciones de acero, que habían sido establecidos en marzo pasado, aumentarán del 25% al 50%.
“Vamos a subir del 25% al 50% los aranceles sobre el acero en los Estados Unidos, lo que asegurará aún más la industria en el país”, declaró durante un acto realizado en una planta de U.S. Steel ubicada en Pittsburgh, Pensilvania.
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Durante el evento, que contó con una numerosa asistencia de trabajadores del sector, el mandatario republicano destacó que el público presente «entiende la palabra arancel mejor que la gente de Wall Street», y añadió que «arancel» ocupa el cuarto lugar entre sus palabras preferidas, después de «Dios, esposa y familia».
INCREMENTO
Trump explicó que inicialmente contempló un incremento al 40%, pero que representantes de la industria lo instaron a elevarlo hasta el 50%.
Este anuncio se dio un día después de que una Corte de Apelaciones levantara la restricción impuesta por el Tribunal de Comercio Internacional sobre gran parte de las políticas arancelarias promovidas por Trump respecto a las importaciones de varios países.
Cabe precisar que esta medida judicial no afectaba directamente los aranceles sobre el acero, sino los declarados el 2 de abril, que incluían un impuesto del 10% a casi todos los socios comerciales de Estados Unidos.
FALLO JUDICIAL
Asimismo, el fallo judicial congelaba temporalmente, hasta julio, la aplicación de una parte de estos gravámenes que variaba según cada país, en función de su déficit comercial y volumen de intercambio, medida conocida por la Casa Blanca como «aranceles recíprocos».
En su intervención en Pittsburgh, Trump también resaltó el acuerdo alcanzado el pasado 23 de mayo entre la empresa japonesa Nippon Steel y la estadounidense U.S. Steel.
El exmandatario sostuvo que esta alianza, inicialmente bloqueada el 3 de enero por el entonces presidente Joe Biden, permitirá la creación de al menos 70.000 empleos y aportará unos 14.000 millones de dólares a la economía del país.
RECHAZO
A pesar de haber manifestado inicialmente su rechazo a la operación, Trump cambió de postura tras regresar a la Casa Blanca y reunirse en febrero con el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba.
En esa ocasión, mostró su apoyo a que Nippon Steel adquiera una participación parcial en la firma estadounidense.
En su discurso de hoy, expresó que esta colaboración «asegurará que esta empresa americana histórica siga siendo estadounidense» y afirmó que «Japón ha sido un gran amigo» durante su gestión anterior.
«Una industria siderúrgica fuerte no es solo una cuestión de dignidad, prosperidad y orgullo. Es, sobre todo, una cuestión de seguridad nacional», enfatizó.
También defendió sus decisiones en materia comercial al afirmar que hace apenas seis meses Estados Unidos era un país «que se estaba muriendo” y que ahora “se habla en cualquier parte del mundo».
