Ucrania denunció este lunes un bombardeo “sin precedentes” con drones por parte de Rusia, en lo que las autoridades calificaron como un intento de saturar las defensas aéreas ucranianas y golpear infraestructura clave.
Los ataques, que se han repetido durante tres noches consecutivas, han dejado al menos 13 personas muertas en las últimas jornadas.
La intensificación del conflicto coincidió con declaraciones inusualmente duras de Donald Trump, quien, pese a su historial de cercanía con Vladimir Putin, acusó al mandatario ruso de haberse “vuelto completamente loco” y advirtió que de continuar la ofensiva “llevará a Rusia a la perdición”.
Lea también: Trump critica a Putin por últimos ataques en Kiev
“Siempre dije que él quiere toda Ucrania, no solamente un pedazo”, escribió Trump en su red Truth Social, marcando un cambio en su discurso habitual respecto al líder del Kremlin.
Desde Moscú, el vocero presidencial Dmitri Peskov descartó las declaraciones de Trump y afirmó que Putin “está haciendo lo necesario para garantizar la seguridad de Rusia”.
Asimismo, añadió que los ataques contra Ucrania responden a acciones previas con drones lanzados desde territorio ucraniano hacia zonas rusas.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, también reaccionó, acusando a Rusia de actuar con “impunidad” y reclamando una respuesta firme por parte de la comunidad internacional. “La intensificación de los ataques rusos debe tener como respuesta más sanciones”, dijo.
Además del bombardeo, Rusia afirmó este lunes haber capturado dos localidades en la región de Sumi, donde sus fuerzas mantienen una ofensiva activa desde hace semanas. Ucrania confirmó la muerte de al menos un civil en esa zona durante las últimas 24 horas.
La invasión rusa, iniciada en febrero de 2022, ha provocado decenas de miles de muertos y una crisis humanitaria de gran magnitud.