El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) ejecutó una nueva operación encubierta contra el puente de Crimea en la madrugada del martes. Una potente detonación subacuática, colocada directamente sobre los pilares estructurales, sacudió esta conexión vital entre la península anexionada y la Rusia continental. Más de una tonelada de explosivos causaron «graves daños», según la entidad ucraniana.
La explosión, ocurrida a las 4:44 a.m. hora local, no dejó víctimas civiles. Fotografías y videos difundidos por las autoridades mostraron el impacto del ataque, que fue supervisado directamente por el jefe del SBU, el teniente general Vasyl Maliuk.
“El puente de Crimea es un objetivo absolutamente legítimo”, declaró Maliuk, quien también confirmó que esta es la tercera acción directa contra esa infraestructura desde el inicio de la invasión rusa a gran escala en febrero de 2022. Kiev considera que la península fue ocupada ilegalmente por Moscú, y el puente representa una arteria esencial para el abastecimiento militar ruso en el sur de Ucrania.
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OPERACIÓN TELARAÑA
Este ataque llega tan solo 48 horas después de una ofensiva aún más audaz. En la madrugada del domingo, drones ucranianos impactaron simultáneamente cuatro bases aéreas rusas en un amplio radio que va desde Siberia hasta el Ártico, en el marco de lo que se denominó “Operación Telaraña”.
De acuerdo con fuentes ucranianas, la ofensiva destruyó o dañó más de 40 aeronaves, incluidos bombarderos estratégicos Tu-95 y Tu-22, frecuentemente usados por Moscú para lanzar misiles sobre territorio ucraniano. Fue la acción más contundente contra la aviación rusa desde el inicio del conflicto.
La operación, altamente secreta, se planificó durante más de 18 meses. Según los informes del SBU, se utilizaron drones camuflados que ingresaron en territorio ruso dentro de camiones con estructuras móviles de madera. El propio presidente Volodímir Zelensky habría supervisado la estrategia.
MOSCÚ RESPONDIÓ
El Ministerio de Defensa ruso confirmó los ataques, reconociendo daños en al menos cinco instalaciones militares. Una de las bases afectadas fue la de Belaya, en la región de Irkutsk, donde se desató un incendio tras el impacto de los drones. En Murmansk, las autoridades locales informaron sobre explosiones en la base aérea de Olenya, donde videos difundidos por Kiev mostraron varios bombarderos envueltos en llamas.
En respuesta, Rusia desató una contraofensiva aérea durante la noche del domingo. De acuerdo con las fuerzas armadas ucranianas, Moscú lanzó 472 drones y siete misiles, en uno de los ataques más intensos de los últimos meses. Un bombardeo dirigido contra una unidad de entrenamiento ucraniana dejó al menos 12 soldados muertos y 60 heridos. Tras este hecho, el comandante de las fuerzas terrestres, Mykhailo Drapatyi, presentó su renuncia.
ESCALADA PREVIA AL DIÁLOGO
Ambas ofensivas ucranianas ocurrieron en la antesala de una nueva ronda de negociaciones entre Kiev y Moscú, prevista para el lunes en Estambul. La creciente intensidad del conflicto sugiere que ambas partes buscan reposicionarse militarmente antes de sentarse a la mesa.
Zelensky ha reiterado que solo aceptará avanzar en las conversaciones si Rusia accede a un alto el fuego “completo e incondicional” y al retorno de prisioneros y menores deportados. Mientras tanto, el Ministerio de Defensa ruso informó la captura del pueblo de Oleksiivka, en la región de Sumy, lo que obligó a evacuar a los habitantes de 11 localidades cercanas.
‼️ I M P O R T A N T E ‼️
El SBU ataca de nuevo el puente de #Crimea, esta vez bajo el agua.
La operación duró varios meses. Agentes del SBU minaron los soportes de esta instalación ilegal. Y hoy, sin víctimas civiles, a las 4:44 a. m. se activó el primer… pic.twitter.com/4XCOTS7NUk
— Tte.Dan 🪖 (@kozako01) June 3, 2025
