Ucrania atacó con más de 170 drones contra múltiples regiones de Rusia, incluyendo Moscú, en la mayor incursión aérea desde comienzos de año.
El Ministerio de Defensa de Rusia informó que los sistemas antiaéreos derribaron 123 drones durante la noche y la madrugada en trece regiones rusas, y más tarde actualizaron la cifra a 174 drones destruidos.
El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, detalló en su cuenta de Telegram que los primeros drones que se dirigían a la capital fueron destruidos en Kolomna y Ramenskoe.
El ataque obligó a la suspensión temporal de operaciones en tres aeropuertos de Moscú y en otros seis aeropuertos en distintas ciudades del país.
Además, los drones ucranianos estarían dirigidos a infraestructura crítica como la refinería de petróleo Riazán y una fábrica de componentes electrónicos para misiles en Briansk.
No se informaron víctimas ni daños significativos durante la noche.
En respuesta la defensa rusa atacó objetivos ucranianos con drones.