La exministra de Seguridad Económica de Japón Sanae Takaichi se convirtió en la primera mujer en ser primera ministra del país asiático, tras su victoria en la votación en la cámara baja para elegir el cargo. Obtuvo 237 de los 465 sufragios en juego, cuatro más de los que necesitaba.
Era la gran favorita para el cargo luego de la renuncia de Shigeru Ishiba (también del Partido Liberal Democrático- PLD-), que alcanzó a ocuparlo un poco más de un año.
De 64 años, recibió hoy el respaldo del Parlamento en un voto para elegir nuevo mandatario tras ganar las primarias en el gobernante PLD a comienzos de octubre, cuando también se convirtió en la primera mujer al frente de la formación.
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Expresentadora de noticias, la convertida política se había presentado sin éxito antes dos veces a liderar el partido. Llega a la cima del poder en Japón tras una carrera de obstáculos en el último mes, después de que Komeito, el partido socio de su colectividad desde hacía más de 26 años, abandonara la alianza tras su elección como presidenta.
Es una admiradora confesa de Margaret Thatcher, lo que le ha valido el sobrenombre de «la dama de hierro japonesa».
Aficionada al béisbol, deporte nacional, Takaichi era la única mujer entre los cinco candidatos a presidir el PLD y también el perfil más nacionalista entre los aspirantes. Heredera espiritual del asesinado ex primer ministro Shinzo Abe, Takaichi ha prometido llevar al PLD y a Japón a «una nueva era»,
ROCKERA CONSERVADORA
De posturas ultraconservadoras, Takaichi ha defendido la sucesión masculina en la familia imperial japonesa, ha rechazado el matrimonio entre personas del mismo sexo, se ha opuesto al uso de apellidos separados en las parejas casadas y defiende políticas de inmigración más estrictas.
La ahora primera ministra también tiene una posición revisionista del pasado bélico de Japón, es crítica de la constitución pacifista y promotora de un militarismo mayor que el que el país se ha permitido a sí mismo después de la Segunda Guerra Mundial.
Suele acudir a rezar regularmente en el santuario Yasukuni, consagrado a la memoria de los que murieron sirviendo a la causa japonesa en diferentes conflictos, combatientes entre los que se encuentran criminales de guerra.
Está a favor de aumentar el presupuesto militar, como una forma de disuadir a China de cualquier avance en la región.
Defiende el aumento del gasto público y los recortes de impuestos, y ha cuestionado el alza de las tasas de interés por parte del Banco Central, lo que podría ocasionarle un choque temprano con Ishin, que defiende un estado más pequeño.
La nueva jefa del gobierno nipón deberá enfrentar un escenario económico particularmente complicado, con una inflación que terminó botando el mandato de Shigeru Ishiba, quien ya presentó su renuncia como primer ministro, para allanar el camino hacia la transición.
Takaichi tocó la batería en una banda de heavy metal en su época universitaria. Con Iron Maiden y Deep Purple como máximos referentes, la dirigente confesó que aún toca la batería eléctrica para aliviar el estrés. A eso se suma su afición por las motos, lo que la convierte en una política atípica en su país.
▼Ms. TAKAICHI Sanae has been designated as the 104th Prime Minister. pic.twitter.com/1j5wXPHZuo
— PM’s Office of Japan (@JPN_PMO) October 21, 2025
JAPON. #SanaeTakaichi, se convierte en la primera mujer primera ministra del milenario #Japon. Pertenece al Partido Liberal Democrático (PLD). Es admiradora de #margaretthatcher , contraria al matrimonio #lgtbiq🌈 , a la igualdad, y es una nostálgica del imperio de Japón. pic.twitter.com/finjQ1E3cz
— DiversaComunicaciones (@DiversaComunic2) October 21, 2025