Las autoridades de Vanuatu declararon estado de emergencia tras el terremoto de magnitud 7.3 que sacudió el martes al país insular.
La Oficina de Gestión de Desastres informó, a través de un comunicado, que hay “muchos heridos y desaparecidos” y que se espera que la cifra de víctimas aumente, con Port Vila -la capital- como el lugar en el que murieron las 14 personas de las que por el momento se tiene constancia.
Hubo deslizamientos durante el movimiento y al menos diez edificios de la ciudad, de tiene menos de 50 mil habitantes, sufrieron “daños estructurales”, entre ellos los de las embajadas de EEUU, Reino Unido y Nueva Zelanda.
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El aeropuerto de Port Vila se encuentra cerrado salvo para el acceso de aeronaves de asistencia humanitaria, que ya comenzaron a llegar.
Desde Australia salió un primer paquete de ayuda, que incluye 64 trabajadores de asistencia en desastres, informó el ministerio de Defensa del país oceánico.
Asimismo, agencias de Naciones Unidas informaron que están listas para desplegar más ayuda, en coordinación con las autoridades.
MOVIMIENTO DEVASTADOR
Unicef estima que hay unos 40 mil que necesitan asistencia urgente debido al terremoto en Vanuatu.
Según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), se estiman en 116 mil las personas que resultaron afectadas por el movimiento telúrico.
El archipiélago en su totalidad tiene unos 250 mil habitantes.
Las telecomunicaciones continúan interrumpidas en parte del país oceánico.
El daño causado en carreteras, puentes y otras infraestructuras dificulta asimismo el acceso a algunas zonas.
El hospital principal de Port Vila también sufrió serios daños y se instalaron tiendas de campaña afuera para atender a los pacientes.
AL MENOS DOS RÉPLICAS
El sismo ocurrió a las 12:47 hora local (01:47 GMT) del martes, con epicentro a unos 30 kilómetros al oeste de la capital de Vanuatu y a una profundidad de 57,1 kilómetros bajo el lecho marino, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
El Centro Sismológico Euromediterráneo (EMSC), fijó la magnitud del movimiento en 7,4.
Luego hubo al menos otras dos réplicas de 5,5 y 5,4, según el Servicio Geológico de EEUU.
El Centro de Alertas de Tsunamis del Pacífico, con sede en Honolulu, inicialmente activó la alerta de tsunami y la suspendió después.
