Yamandú Orsi, candidato del izquierdista Frente Amplio, logró una ajustada victoria en las elecciones presidenciales de Uruguay, obteniendo el 49,3% de los votos frente al 46,4% del oficialista Álvaro Delgado.
Con este resultado, Orsi asumirá la Presidencia el 1 de marzo de 2025, sucediendo a Luis Lacalle Pou, y gobernará hasta el 1 de marzo de 2030.
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Tras conocerse los resultados, Orsi prometió un mandato basado en el diálogo y el crecimiento nacional. «Voy a ser el presidente que convocará una y otra vez al diálogo nacional para encontrar las mejores soluciones. Por supuesto, con nuestros planteos, pero también escuchando lo que nos dicen los demás», afirmó el presidente electo.
También subrayó su compromiso con la inclusión: «Nadie podrá quedarse atrás desde el punto de vista económico, social y político».
El proceso electoral se caracterizó por una alta participación, ya que más de 2,7 millones de uruguayos estaban habilitados para votar de forma obligatoria, según lo establece la Constitución. La jornada transcurrió en calma, reflejando la estabilidad democrática que caracteriza al país.
RESPETO A LA INSTITUCIONALIDAD
Álvaro Delgado, del Partido Nacional centroderechista, reconoció su derrota con un mensaje cargado de respeto institucional. «Con tristeza, pero sin complejo de culpa, felicitamos al ganador con sinceridad y corazón, con desprendimiento y sentido republicano», declaró.
El resultado ajustado refleja la paridad observada durante toda la campaña. En la primera vuelta, Orsi había obtenido el 43,9% de los votos, frente al 26,8% de Delgado. Sin embargo, el apoyo del Partido Colorado al oficialismo tras la primera vuelta redujo significativamente la brecha, llevando a un balotaje muy disputado.
Orsi, actual intendente de Canelones, destacó los logros de los 15 años de gobiernos progresistas anteriores a Lacalle Pou, incluyendo avances en derechos sociales como la legalización del aborto, el matrimonio igualitario y la regulación del uso de la marihuana. Además, contó con el respaldo de figuras emblemáticas como el expresidente José Mujica, quien describió a Orsi como «un hijo de trabajadores comunes, que representa al Uruguay promedio».
Uruguay enfrenta ahora desafíos clave en lo económico y social, y Orsi ha señalado que el diálogo será su principal herramienta para construir un país más justo y unido. A pesar de la división parlamentaria, el Frente Amplio tendrá una mayoría en el Senado, lo que podría facilitar algunas de las reformas propuestas.