Entrevistas

Capellana de La Moneda, pastora Izani Bruch: «Yo me declaro feminista»

ERV

Su perspectiva sobre los desafíos y oportunidades que enfrenta como mujer líder en un espacio históricamente dominado por hombres.

En un mundo donde las estructuras de poder religioso, tradicionalmente dominadas por los hombres, han sido raramente cuestionadas, emerge una figura disruptiva y transformadora: Izani Bruch.

Su trayectoria no es sólo un testimonio de su fe, sino también un desafío a los mandatos eclesiales masculinos.

En un acto de audacia y convicción, Bruch ha traspasado las barreras del poder patriarcal que por largo tiempo se han reproducido dentro de las instituciones sociales, incluyendo la iglesia.

Licenciada en Teología y con una maestría de la Facultad de Teología de Sao Leopoldo en Brasil, Bruch fue ordenada al ministerio pastoral en 2002.

Durante una década, lideró como pastora en la Congregación La Paz de Osorno, antes de tomar las riendas de la Congregación del Buen Samaritano en Peñalolén desde 2013.

En el año 2019, la Iglesia Evangélica Luterana en Chile reconoció su destacado liderazgo, otorgándole el honor de ser nombrada obispa.

La pastora Izani Bruch se convirtió en la segunda pastora luterana en asumir el rol como Capellana de La Moneda, un cargo ad honorem que comparte con un sacerdote y un rabino, continuando el legado de la pastora Dra. Gloria Rojas Vargas (2014-2017).

Hoy, en esta entrevista exclusiva, exploramos su perspectiva sobre los desafíos y oportunidades que enfrenta como mujer líder en un espacio históricamente dominado por hombres.

Pastora Izani ¿Hay equidad de género en el mundo eclesial? ¿Qué desafíos o barreras persisten aún?

En el mundo evangélico luterano celebramos el ministerio ordenado de mujeres ya hace muchos años, pero eso no significa que estamos en un mundo de relaciones de equidad. Aún falta caminos que recorrer para llegar a esa equidad de género que soñamos.  Por eso la Federación Luterana Mundial tiene la Política de Justicia de Género (2013), justamente para que las relaciones entre hombres y mujeres sean relaciones justas y libres de violencia.

Ahora en el mundo evangélico en general, hay un camino mucho más largo que recorrer. Es un mundo que está liderado por hombres, donde aún no reconocen que nosotras las mujeres podemos ejercer el pastorado… todavía hay que trabajar eso, no? que también nosotras las mujeres somos llamadas por Dios para proclamar la gracia y la misericordia de Dios.

¿Ha vivido discriminación por parte del mundo religioso?

Sí. Una siente discriminaciones muy directas, como no reconocerte, no nombrarte, no te saludan.

Y otras discriminaciones indirectas, como no considerarte dentro de la lista de invitados o en alguna acto. Entonces, sí existe.

¿Hay violencia contra la mujer en las comunidades de fe?

Sí, hay. Pero, yo creo que hay comunidades y comunidades evangélicas. Hay unas que están trabajando el tema, trabajan con las mujeres y existe un acompañamiento. Otras comunidades aún no visualizan que sí existe violencia dentro de la iglesia, o en los matrimonios evangélicos.

¿No quieren ver esa violencia?

Yo creo que no la quieren ver, y de cierta forma, también hay posturas teológicas que siguen sosteniendo que las mujeres somos personas que no tenemos los mismos derechos o la misma dignidad que los hombres.

Aunque en el Génesis, esa dignidad entre hombres y mujeres, esa igualdad de derechos nos la da Dios mismo, por que nos crea a hombres y mujeres a su imagen y semejanza.

Pero eso asumirlo en la práctica es aún muy complicado. Hay muchas teologías que siguen sosteniendo que las mujeres somos sólo una «ayuda idónea» para el hombre.

¿Usted se declara feminista?

Si, yo me declaro feminista.

Y ¿Cómo es esa relación con lo religioso?

Siempre digo no podría ser cristiana y no feminista. Yo siento que el primero que trabajó en las relaciones de género, que trabajó por la equidad y que propuso un camino distinto fue Jesús.

Por lo tanto, como seguidora de Jesús, no podría no identificarme con todas las demandas feministas.

Ya Jesús va mostrando un camino, él nos incorpora, nos invita, restaura nuestra dignidad como personas, dialoga con la mujer samaritana, la reconoce, le dice quién es él y la envía.

Yo siento que mi camino como feminista empieza en el momento que comienzo a leer el Evangelio con ojos de mujer, ahí me encontré con ese Jesús que nos abraza, que nos libera de todas esos estereotipos, opresiones culturales y nos dice: tú eres tan digna como un hombre, no hay diferencias.

Pastora y qué opina de la crisis de confianza en la instituciones que también afecta a las iglesias.

Yo creo que la iglesia tiene que hacer un proceso de autocrítica – me incluyo también- . No siempre hemos sido consecuentes con los valores que profesamos. No siempre hemos sido consecuentes con el Evangelio.

Eso también fue un tema en dictadura…

Exacto.  Es inconcebible que la iglesia, la que está mandatada para cuidar la dignidad humana, para restaurar, es la que en momentos ha dañado la dignidad… como el tema de los abusos, como el tema de la violencia en contra de la mujer o no trabajar por la justicia que es el mandato del evangelio.

Y ¿Cuál es el aporte de las iglesias o las comunidades de fe al Chile de hoy?

Trabajar por la justicia, por la paz, por la reconciliación, para que ese reino de Dios anunciado por Jesús pueda ir aconteciendo entre nosotros.

El aporte de la iglesia siempre debería ser la promoción de la dignidad humana, que pudiéramos ser esa voz que defiende, que cuida la dignidad de todo ser humano, por supuesto, eso tiene que ver también, con ser una voz para la defensa de los Derechos Humanos.

Creo que la iglesia debe ser una voz que trabaja por la paz, por la justicia y por la reconciliación.

La iglesia puede ser colaborador del Estado para la construcción de una sociedad mejor, una sociedad más equitativa, más justa, para una sociedad que hoy pueda vivir con esa diversidad de forma pacífica.

Creo que ese es el aporte de la iglesia: ser agentes de paz y de justicia.

 

Leer también Violencia de pareja ¿un delito común?

Añade aquí tu texto de cabecera

Comparte en:

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email

Comenta este artículo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

diecinueve − quince =