Internacional

Joe Biden admite que tuvo «una mala noche» en el debate y Kamala Harris gana terreno como posible reemplazo

Editado de agencias y medios internacionales por Cristian Navarro H.

El mandatario dijo en una entrevista radial que «metió la pata» y se equivocó, pero prometió que derrotará a Trump “igual que como lo hicimos en 2020”.

Joe Biden admite que tuvo «una mala noche» en el debate y Kamala Harris gana terreno como posible reemplazo

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reconoció este jueves  en una entrevista radial que «metió la pata» durante el debate presidencial contra el expresidente Donald Trump, pero prometió seguir en la carrera electoral.

En una conversación con el presentador de radio Earl Ingram, en una emisora del estado clave de Wisconsin, el presidente aseguró que «cometió un error» hace una semana durante el debate.

«Tuve una mala noche. El hecho es que metí la pata», aseguró el mandatario. «Me equivoqué (…) pero aprendí de mi padre que cuando caes, te levantas y vamos a ganar estas elecciones; vamos a derrotar a Donald Trump igual que como lo hicimos en 2020», añadió. El reconocimiento se da en medio de llamados para que abandone la candidatura, tras su débil presentación en el debate.

Luego del encuentro con el republicano en cadena nacional, donde por momentos Biden no pudo seguir el hilo de la conversación o no se entendían sus palabras, el presidente se ha enfrentado a crecientes presiones tanto de analistas políticos, medios de comunicación, donantes demócratas e incluso dos miembros del Congreso que le han pedido públicamente que deje la nominación.

«Miren todo lo que he hecho en tres años y medio”

En la entrevista  Biden habló directamente a los votantes del estado clave, en particular a la comunidad afroamericana, cuyo voto fortaleció la victoria del demócrata en 2020. «No tuve un buen debate, pero eso solo fueron 90 minutos; miren todo lo que he hecho en 3 años y medio», subrayó, para luego enumerar una serie de «logros» de su Gobierno, incluyendo medidas económicas.

El presidente también criticó a Trump por decir durante el debate que los migrantes están arrebatando los puestos de trabajo a la población negra de EE.UU. «Lo que está haciendo es vergonzoso, hablar de trabajos ‘afro’ como si la única cosa que las personas negras pueden hacer es trabajo manual; eso es lo que está haciendo y así lo ve él», señaló Biden en la entrevista.

El viernes, Biden deberá seguir intentando tranquilizar a la ciudadanía cuando intervenga en un mitin de campaña en Madison (Wisconsin), y luego durante una entrevista con la cadena de televisión ABC, que promete ser crucial. Ya el miércoles la Casa Blanca descartó de plano que el presidente esté pensando abandonar la carrera para la reelección.

Kamala Harris gana terreno como posible reemplazo

Hasta ahora, el Partido Demócrata ha pensado que una mujer afroamericana con índices de popularidad siempre muy discretos no podía derrotar a Donald Trump.

El análisis, en líneas generales, es que Kamala Harris fue una buena elección como número dos para complementar a Joe Biden en 2020 y podía volver a serlo en 2024, sobre todo cuando los números indican que el candidato republicano ganaba cierto peso entre la comunidad negra masculina.

Por eso todos los ojos están en Kamala Harris, incluyendo los de Trump. En un vídeo publicado en su cuenta de la red Truth Social, el republicano llamó anoche a Biden «viejo montón de basura» y se burló de su estado de salud, físico y mental, presumiendo haberle «pateado», logrando que «abandonara la carrera. Eso significa que ahora tenemos a Kamala, creo que ella será mejor [oponente]. Es jodidamente mala y patética», dice Trump en su ataque.

«El pueblo estadounidense ya ha visto sus faltas de respeto hacia las mujeres, su desdén hacia los estadounidenses negros y su total desprecio por nuestra democracia», replicó la Casa Blanca en un comunicado.

Kamala como candidata podría complicar aspiraciones de Trump

Trump, en realidad, está deseando que Biden siga, porque todas las proyecciones que manejan contra él apuntan a victoria. Los modelos también le dan la victoria frente al resto, pero un cambio es imprevisible. Puede ser un desastre y provocar desánimo y abandono entre los votantes de centroizquierda, puede transmitir sensación de caos, improvisación y derrotismo.

Pero también podría resucitar a una parte del electorado desencantada y que incluso ante un rival tan polarizador como Trump necesita estímulos para registrarse e ir a votar. Y generar mucha cobertura mediática, que es publicidad electoral al final y al cabo.

Todo suma para poner los focos en la vicepresidenta, que hasta ahora ha sido más protagonista de memes y vídeos de humor que por discursos épicos o su peso real en iniciativas legislativas. Las encuestas dicen que tendría más opciones en las elecciones de noviembre que el resto de posibles alternativas a Biden, un amplio grupo de gobernadores o congresistas y senadores. Pero también que el propio presidente.

Ella estaría dos o tres puntos por detrás de Trump, y no seis u ocho. Además, cuenta con una ventaja importante. Una salida de Biden puede ser un problema logístico e incluso legal si no fuera por las buenas. El único escenario que se contempla es que el presidente, de 81 años, asumiera que no tiene respaldo y se apartara. Y eso permitiría que Harris se quedara además buena parte de los cientos de millones de dólares recaudados ya en la campaña que lleva su nombre.

Voces piden que Biden se retire para que Harris se convierte en presidenta

En cambio, un nuevo aspirante partiría de cero y necesitaría una estrategia casi improvisada, y el tiempo apremia, pues los demócratas ratifican a su candidato en la convención de Chicago, para la que falta solo mes y medio. Hay voces que piden incluso que Biden se retire ya, para que Harris se convierta en presidenta unos meses y aproveche una ola infinita de publicidad gratuita.

Biden y ella se reunieron el miércoles por la noche en la Casa Blanca con un amplio grupo de gobernadores de su partido, entre ellos rostros que suenan para el futuro demócrata, como los de California, Michigan o Maryland. Y aunque el apoyo público fue amplio, «es nuestro candidato y el líder de nuestro partido, estaremos junto a él», los medios de comunicación nacionales recogen la preocupación expresada en privado. «En las próximas elecciones vamos a escoger a un comandante en jefe, no a un orador en jefe», dijo el gobernador de Hawái, Josh Green.

Varios de los que salieron del encuentro lo describieron como una evaluación «honesta», «abierta» y «sincera» de la situación y de sus preocupaciones. «El mensaje fue claro: Joe Biden cuenta con el respaldo de los gobernadores y ellos están orgullosos de contar con el suyo», dijo la campaña de Biden en el correo electrónico que más que confianza y refuerzo parece transmitir desesperación y la necesidad de agarrarse a todos los clavos.

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