La ONU exige medidas más contundentes para erradicar la mutilación genital femenina
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha hecho un llamado urgente a la comunidad internacional para que redoble esfuerzos en la lucha contra la mutilación genital femenina (MGF), especialmente en sus formas transfronterizas y transnacionales.
El organismo mundial destacó la necesidad imperiosa de abordar esta problemática que persiste a nivel global, a pesar de los avances legislativos en numerosos países.
Un informe reciente de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU señala que la persistencia de la MGF se debe en parte a la estrategia clandestina de trasladar a las niñas a otros países para la ablación.
Viajes a países de origen para realizar la práctica
Es común que familias, particularmente en Europa y América del Norte, aprovechen las vacaciones escolares para llevar a sus hijas a sus países de origen y realizar la práctica prohibida.
«La mutilación genital femenina constituye una forma de violencia de género y no tiene cabida en un mundo que defiende los derechos humanos», declaró Volker Türk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. «Debe ser eliminada en todas sus formas».
UNICEF, la agencia de la ONU para la infancia, define la MGF como la extirpación parcial o total de los genitales femeninos externos, o cualquier otra lesión a los órganos genitales femeninos por motivos no médicos.
Esta práctica puede provocar graves problemas de salud, como infecciones, hemorragias, infertilidad y complicaciones durante el parto, además de impedir el placer sexual.
200 millones han sido sometidas a la ablación
La agencia de salud sexual y reproductiva de la ONU estima que más de 200 millones de mujeres y niñas en todo el mundo han sido sometidas a la ablación genital. Si la tendencia actual continúa, se calcula que alrededor de 68 millones de niñas experimentarán la mutilación genital de aquí a 2030.
La ONU enfatizó la importancia de que los países implementen y fortalezcan las leyes que prohíben esta práctica, y de que se promuevan campañas de educación y sensibilización sobre sus efectos nocivos.
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