Internacional

Líder de Hamás justifica la matanza de civiles palestinos

Javiera Sanzana

«Tenemos a los israelíes justo donde los queríamos”, afirmó a sus representantes encargados de negociar con delegados cataríes y egipcios en busca de una solución pacífica.

«Llegamos a los titulares con sangre. Si no hay sangre, no hay noticias».

Esta declaración, hecha a un periodista italiano en 2018, encapsula la filosofía de Yahya Sinwar, el líder político de Hamás, quien, desde la clandestinidad, dirige a la milicia palestina tras orquestar los ataques del 7 de octubre del año pasado contra Israel.

Incluso en su propio entorno, Sinwar es conocido como un «duro». Según una serie de mensajes obtenidos exclusivamente por el Wall Street Journal, se muestra como alguien que se opone firmemente a cualquier alto el fuego temporal, insistiendo en que solo aceptará un cese definitivo de las hostilidades.

 

LÍDER DE HAMÁS

Estratega nato, el líder entiende que esta táctica podría ser vista como una victoria de Hamás sobre Israel y podría llevar a la caída del gobierno de Benjamín Netanyahu.

«Tenemos a los israelíes justo donde los queríamos”, afirmó a sus representantes encargados de negociar con delegados cataríes y egipcios en busca de una solución pacífica.

Aunque se estima que más de 37.000 palestinos han muerto desde el inicio de la contraofensiva israelí, Sinwar comunicó a sus subordinados en Doha, Catar, que «son sacrificios necesarios», comparándolos con la guerra de independencia de Argelia contra Francia, en la que se calcula que murieron entre 250.000 y 300.000 civiles.

 

CARTA ENVIADA

Incluso en una carta enviada el 11 de abril a uno de sus colaboradores más cercanos, el líder político Ismail Haniyeh, quien perdió a tres de sus hijos en un bombardeo israelí, Sinwar se mantuvo inflexible, asegurando que estas muertes «Infundirá vida a las venas de nuestra nación, elevando su gloria y honor».

Sin embargo, incluso para algunos de sus seguidores, el líder de Hamás parece haber llevado demasiado lejos su peligrosa partida de ajedrez con el primer ministro israelí, frente a la posibilidad de una invasión a gran escala de Rafah, donde residen más de 130.000 personas.

 

AMENAZA

Netanyahu ha amenazado en varias ocasiones con este ataque si no se liberan los 120 rehenes israelíes que Hamás mantiene cautivos, añadiendo que Rafah es un punto estratégico para el contrabando de armas desde Egipto debido a su ubicación fronteriza.

Por su parte, Sinwar parece anticipar que el ejército israelí (IDF) lance su ofensiva.

«La llegada de Israel a Rafah no será un paseo», aseguró a sus colaboradores en Doha, afirmando que cuanto más civiles palestinos mueran, más presión internacional recaerá sobre Israel. Agregó a los líderes políticos del movimiento guerrillero que no debían hacer concesión alguna salvo el cese total de las hostilidades.

 

TREGUA

Una tregua sería «una vergüenza y un escándalo», dijo Sinwar. «Mientras tengamos combatientes, la guerra no está perdida, por lo que cualquier contacto para un acuerdo temporal debe terminar de inmediato.

Tenemos la capacidad de luchar durante meses», aseveró con determinación.

«Debemos seguir adelante por el mismo camino que comenzamos, o dejar que se convierta en una nueva Karbala», sentenció, en referencia a una histórica batalla del siglo VII, donde el nieto del profeta Mahoma, Husayn ibn Ali, luchó hasta la muerte con una fuerza de apenas 70 hombres contra un ejército de 5.000 soldados.

 

SACRIFICAR SU VIDA

Y aunque el propio Sinwar ha dado a entender que está «preparado» para sacrificar su vida en el conflicto, no piensa facilitarle las cosas a Israel.

En enero de este año, el diario Times of Israel informaba que, a pesar de que la inteligencia israelí conocería la ubicación exacta del líder de Hamás, no ha podido atacarlo debido a que se encuentra rodeado de un importante número de rehenes israelíes.

«Mi presunción, no confirmada, es que se encuentra en uno de los túneles bajo (la ciudad de) Khan Younis, pero tengo entendido que se mantiene rodeado de rehenes israelíes a los que usa como escudos humanos», afirmó Jonathan Schanzer, vicepresidente de la Fundación para la Defensa de las Democracias en Washington DC, citando varios informes de «fuentes bien informadas».

 

TESTIMONIO DE UNA DE LAS REHENES

La situación parece confirmada por el testimonio de una de esas rehenes, Yocheved Lifshitz, de 85 años, quien fue liberada posteriormente debido a su edad. «Hola. Soy Yahya Sinwar. Este es el lugar donde estarán más protegidos. Nada les ocurrirá aquí», les habría dicho.

«Sinwar se quedó con nosotros tres o cuatro días luego de que nos llevaron allí. Le dije que cómo no le daba vergüenza hacerle eso (los ataques) a gente que por tantos años había apoyado la paz, pero no me respondió. Se mantenía en silencio», aseguró Lifshitz.

 

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