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Limpieza de Fukushima: desafíos y retrasos en la seguridad de la central nuclear

Editado de medios y agencias internacionales por Cristian Navarro H.

Tokyo Electric Power Co (TEPCO), la operadora de la central ha estimado que los trabajos para asegurar la seguridad llevarán entre 30 y 40 años,

Limpieza de Fukushima: desafíos y retrasos en la seguridad de la central nuclear

Trece años después del accidente nuclear de Fukushima, la limpieza del sitio sigue enfrentando importantes desafíos y retrasos, lo que genera preocupaciones sobre la seguridad a largo plazo de las instalaciones.

El terremoto y el tsunami de marzo de 2011 destruyeron tres de los seis reactores de la central nuclear de Fukushima.

Aunque los reactores se estabilizaron en los años siguientes, recoger las grandes cantidades de combustible nuclear que escaparon de ellos para detener la liberación de más radiación ha resultado extremadamente complicado.

Tokyo Electric Power Co (TEPCO), la operadora de la central ha estimado que los trabajos para asegurar la seguridad llevarán entre 30 y 40 años, pero los últimos informes sobre el progreso en el sitio han sido en su mayoría desalentadores.

Fallas en equipos y localización de restos

TEPCO ha enfrentado dificultades en varios frentes. En enero, anunciaron un retraso en el uso planeado de un brazo robótico para retirar material radioactivo del reactor número 2, posponiéndolo por tres años. Otros equipos, como drones y robots, también han experimentado fallas al intentar localizar restos de combustible fundido y cartografiar daños en los edificios de los reactores.

Vincent Gorgues, asesor especial internacional de la Corporación de Compensación de Daños Nucleares y Facilitación del Desmantelamiento de Japón, reconoció los desafíos significativos que enfrenta el proyecto. Destacó la dificultad de acceder a los edificios de los reactores, la incertidumbre sobre el estado inicial de las instalaciones y la gestión de los residuos radiactivos.

A pesar de los retrasos, Gorgues enfatizó que la mayoría de lo planificado se ha cumplido y que los desafíos únicos de Fukushima hacen que sea inevitable que el calendario de operaciones se ajuste.

Subrayó que el progreso hasta la fecha es notable, pero enfatizó la necesidad de un enfoque estructurado y cuidadoso para garantizar la seguridad a corto y largo plazo en un entorno extremadamente hostil desde el punto de vista radiológico.

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