La Asociación Nacional de Empresarios Nocturnos, Turismo y Espectáculos (Anetur) rechazó la posible clausura de algunos establecimientos a raíz de recientes hechos de sangre que han ocurrido en ellos.
Fue el propio Presidente Gabriel Boric quien esta mañana anunció el cierre de la discoteca D’Alice, en Lo Prado, donde una mujer murió en medio de una balacera ocurrida ayer.
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Pocas horas después, el delegado presidencial de región Metropolitana, Gonzalo Durán, dijo que no se descarta la clausura del Teatro Caupolicán, luego de que un carabinero de franco falleciera baleado en las inmediaciones del histórico recinto.
EL SOFÁ DE DON OTTO
A través de un comunicado el presidente de Anetur, Fernando Bórquez, expresó que se oponen «rotundamente a la clausura de locales, discotecas y teatros por hechos ocurridos en su exterior, que están relacionados con una situación país de la cual los locales son víctimas, al igual que todos los chilenos».
Desde su punto de vista, los locales nocturnos y de entretenimiento son «vendedores de diversión, no de conflictos», y aplicar clausuras «daña la industria del entretenimiento y el turismo».
Acusó que con eso «no se aborda el problema real, que es la necesidad de un trabajo conjunto para combatir la delincuencia».
A juicio de Bórquez las medidas anunciadas por el Gobierno «no ayuda en nada, son solo medidas efectistas propias de un año electoral que no atacan el problema de fondo».
Agregó que aplicar la «lógica del sofá de don Otto», en referencia a solucionar un problema quitando lo visible sin abordar la raíz, podría llevar al cierre de todos los locales nocturnos y dejar «la noche muerta», sin resolver la verdadera crisis de seguridad que afecta al país.
