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Londres 38: Un ejercicio de memoria que «significa al espacio más allá de la victimización»

Antonia Mundaca

El excentro clandestino de la DINA, hoy se vivencia como un espacio de memoria que permite al visitante entablar un diálogo con la historia reciente.

En el barrio París y Londres, protagonista muchas veces de TikToks y fotografías de Instagram que se postean con un #aesthetic; se esconde los horrores de una dictadura que durante 17 años no dio tregua al país. 

Londres 38, conocido en su tiempo como Cuartel Yucatán, fue un centro de represión, tortura y exterminio ocupado por la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA). Fue el primer eslabón de una cadena de recintos clandestinos que operaban en la región Metropolitana. 

La ofensiva que instauró la Dictadura contra la oposición fue brutal. Y en el caso de Londres 38, dejó una imborrable huella en las 98 familias que perdieron a un ser querido en el centro clandestino. 

Desde 2010 las puertas se abrieron de manera permanente a quienes deseen visitar el Espacio de Memorias Londres 38. El propósito renovado “facilita que las personas vivencien y signifiquen el espacio más allá de la victimización, vinculando la memoria con su propia experiencia y reflexiones”, sostiene Felipe Aguilera, coordinador del área de memorias.

 

UBICACIÓN: CÓMO LLEGAR A LONDRES 38

Saliendo de la laberíntica estación de metro Universidad de Chile, hay que caminar por la Alameda en dirección contraria al palacio de La Moneda. Unos metros más adelante, pegado a la Iglesia de San Francisco se abrirá un paso por la calle Londres. 

Luego, son dos minutos caminando hacia adentro de la calle cubierta de adoquines. Algunos con nombres de personas, otros de mármol blanco y otros de granito negro. 

Cual enredadera, pareciera que esos mismos adoquines del suelo, treparan las paredes del gris edificio y sus bloques que lo componen. Entre tantos tonos cenicientos, los ventanales y balcones de madera destacan de manera particular. Lo mismo ocurre con las puertas que, solemnes, llevan al lado suyo un pequeño número 38. 

Esas mismas puertas de madera, al abrirse de par en par, dejan ver unas baldosas negras y blancas: es la entrada al Espacio de Memorias Londres 38. 

Archivo Universidad de Chile.

 

HISTORIA: DESDE SEDE DEL PS HASTA CENTRO DE TORTURA

Casi 100 años atrás, en 1925, Londres 38 se construyó para uso residencial. En 1970 el Partido Socialista lo adquiere para utilizarlo como sede de la seccional de la Octava Comuna. 

3 años más tarde, la democracia se quebró y con ello se prohibió el funcionamiento de partidos de oposición como el ya mencionado socialista. Ese mismo año, en 1973, la DINA lo ocupó y mantuvo así hasta 1975. 

El paso de la DINA por el inmueble dejó a 98 prisioneros ejecutados y hechos desaparecer. De ellos, el 10,2% correspondió a militantes del partido que una vez fue dueño del edificio. 

“Este lugar, conocido por muchas y muchos militantes de izquierda, en tanto había sido sede del Partido Socialista durante el gobierno de la Unidad Popular, fue rápidamente reconocido por las personas detenidas quienes encontraron formas de entregar la dirección a familiares, abogados del Comité Pro Paz y organismos internacionales, por lo que al conocerse su ubicación, la dictadura cambió la numeración original que designaba al inmueble, por el número 40. Así, las numerosas denuncias realizadas comenzaron a apuntar, a partir de ese momento, a una dirección inexistente” – londres38.cl

En 1978, mediante un decreto firmado por Augusto Pinochet, la propiedad del recinto fue transferida gratis al instituto O’Higginiano. Un organismo vinculado al Ejército, que financiaba el Estado chileno y que hasta el año 2006 dirigió el general (r) Washington Carrasco: ex vicecomandante en jefe del Ejército y ministro de defensa de Pinochet.

En el año 2001, “el Partido Socialista de Chile, miembro de la coalición gobernante, se acogió a los beneficios de la Ley de Bienes Confiscados durante la dictadura recibiendo una indemnización por la casa de Londres 38, y renunciando con ello a su rescate” acusan desde el Espacio de Memorias Londres 38.

Archivo Londres 38.

 

RECUPERACIÓN: LAS DENUNCIAS Y RUTINAS QUE LO PERMITIERON

“El proceso de transformar Londres 38 en un espacio de memorias fue protagonizado por sobrevivientes, familiares, agrupaciones y personas sensibilizadas con la memoria y los derechos humanos”, señala el coordinador del área de memorias, Felipe Aguilera. 

Desde 1974, los sobrevivientes y familiares de prisioneros iniciaron un proceso de recuperación. La motivación fue continuada a través de manifestaciones que durante los 80’ y 90’ buscaron justicia, reparación y un nunca más. En un punto el inmueble fue incluso tomado por jóvenes, algunos hijos de víctimas de la dictadura.

En los 90’ se realizaron dos peritajes en el marco de las causas por la detención y desapareción de Alfonso Chanfreau, Manuel Carreño Navarro e Iván Carreño Olivares. Las instancias cerraron paso al negacionismo. 

En julio de 2005 se logró declarar al lugar como Monumento Histórico. Dos años después, en 2007 el Instituto O’Higginiano desocupó el edificio, no sin antes intentar rematarlo, algo que no pudieron lograr precisamente por ser Monumento Histórico. 

El inmueble fue recuperado por el Estado el mismo año que el Instituto desocupó Londres 38. Un año después, se instaló un memorial. Además en el marco del Día del Patrimonio Cultural, se realizó la primera apertura de carácter masivo al lugar: 1.300 visitantes pasaron por las puertas de madera y caminaron por las baldosas albinegras. 

El año 2009 la apertura  por el Día del Patrimonio se repitió, lo que “fue instalando una cierta rutina que permitió que el lugar comenzara a ser habitado y utilizado como un espacio de uso público”. 

Finalmente en 2010, el edificio se abrió permanentemente como un sitio de memoria, obteniendo la concesión de uso del inmueble.

Archivo Londres 38.

 

VISITAS: APROPIACIÓN DE UN ESPACIO Y DE LA MEMORIA

A 50 años del golpe, el Espacio de Memorias Londres 38, dista mucho de ser ese oscuro Londres 38 que los prisioneros conocían a través de lo poco y nada que vislumbraban sus vendajes. 

Londres 38 “ofrece recorridos libres, visitas dialogadas y talleres de memoria para cursos, grupos y personas de todas las edades. También se desarrollan procesos de colaboración y trabajo conjunto con agrupaciones artísticas y sociales”, señala Aguilera, coordinador del Área de Memorias.

Su accionar es guiado a través de: creer que la memoria es una construcción social y un derecho; la aplicación de metodologías participativas; la horizontalidad de las relaciones: la autonomía; y la transparencia y probidad.

Londres 38 se presenta así mismo como una propuesta quefacilita que las personas vivencien y signifiquen el espacio más allá de la victimización, vinculando la memoria con su propia experiencia y reflexiones”. 

No apunta a ningún público en específico sino más bien genera “estrategias metodológicas para el trabajo en memorias con personas de todas las edades, incluyendo preescolares”. Sin embargo quienes más lo visitan son los jóvenes entre 15 y 29 años. 

Esos mismos jóvenes que usan las redes sociales y que quizá, la próxima vez que paseen por el barrio París y Londres, además de una buena foto, puedan pasar a reflexionar sobre la memoria que se encuentra dentro y fuera de Londres 38.

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