La utilización de baba de caracol en productos para el cuidado de la piel se ha convertido en una tendencia creciente en la industria cosmética, alcanzando un valor de mercado mundial de aproximadamente 555 millones de dólares en 2022.
La sustancia derivada de los caracoles, es abundante en proteínas, ácido hialurónico y antioxidantes, y está siendo empleada en el ámbito cosmético debido a sus numerosos efectos positivos en el cuidado de la piel.
Historia del uso de la baba de caracol
El interés por esta sustancia no es reciente; los antiguos griegos la aplicaban en la piel para aliviar inflamaciones y en la década de 1980, criadores de caracoles chilenos notaron efectos positivos en sus manos tras manejar estos moluscos.
Qué dice la ciencia
La baba de caracol contiene componentes como antioxidantes, vitaminas A y E, y péptidos que promueven la producción de colágeno. Estos ingredientes son conocidos por sus propiedades hidratantes, reparadoras y antiinflamatorias, que podrían reducir los signos del envejecimiento.
Además, estudios recientes han mostrado que el extracto de baba de caracol puede crear una barrera protectora contra la contaminación atmosférica y tiene propiedades antibacterianas y antifúngicas, incluso superando a algunos antibióticos comerciales en pruebas iniciales.
Por otro lado, también se encuentran indagando potenciales propiedades anticancerígenas.
Equipos de científicos han analizado diferentes tipos de baba de caracol, destacando la complejidad de su composición y los desafíos en la estandarización de la calidad para su uso comercial.
La baba de caracol también se explora en campos como la medicina, donde podría servir como pegamento para heridas y como vehículo para la administración de fármacos.
La extracción desde el caracol puede variar, y aunque la recolección puede inducirse por estrés, la posibilidad de crear versiones sintéticas de s baba podría reducir la dependencia de las granjas de caracoles.
La síntesis permitiría además modificar las propiedades para distintas aplicaciones.
Con un potencial que va más allá del cuidado de la piel, se espera que la investigación en la próxima década amplíe considerablemente el entendimiento y las aplicaciones de la baba de caracol.
Leer también Carlos Villagrán (Quico) genera debate sobre su continuidad en los escenarios a los 80 años
