A través de una serie de operativos realizados en la antesala del Día de la Niñez, la Aduana Regional de Valparaíso decomisó un importante cargamento de productos falsificados destinados principalmente al público infantil.
Cabe precisar que la incautación se llevó a cabo tras siete procedimientos ejecutados en almacenes extraportuarios de la ciudad. Además, gracias al trabajo de análisis de información de comercio exterior y otras labores propias de fiscalización, los equipos aduaneros identificaron cargamentos que contenían productos que infringían normativas de propiedad intelectual e industrial.
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ADUANA DECOMISA PRODUCTOS FALSIFICADOS
En total, se incautaron 57.450 unidades de productos como relojes, figuras, peluches, audífonos, lámparas, volantines, adhesivos decorativos, llaveros y mochilas. En los cuales, se utilizaba sin autorización imágenes y logotipos de marcas ampliamente reconocidas en el mercado chileno.
Entre ellas, destacan personajes y firmas como Labubu (Pop Mart), Lilo & Stitch, Hello Kitty, Bluey, Spiderman, Disney, Cars, Kuromi, Cinnamon, My Melody, Apple, Sanrio, Mario Bros e incluso la imagen del futbolista Lionel Messi.
Además, se confiscaron 28 fardos de ropa infantil con prendas como chaquetas, shorts de mezclilla, poleras, faldas y cinturones. En ellos, se falsificaban marcas de lujo como Barbie, Dior, Chanel, Burberry, Yves Saint Laurent, Prada, Celine, Gucci, Louis Vuitton y Miu Miu.
Respecto a lo anterior, el director de la Aduana Regional de Valparaíso, Braulio Cubillos Segovia, valoró el trabajo realizado por los equipos fiscalizadores.
«Es muy importante destacar el uso de la información de comercio exterior y los análisis que se hacen de ella para poder ejecutar estos exitosos procedimientos. Además, logramos evitar que lleguen a comercializarse productos de dudosa calidad, que junto con afectar al comercio legal también pueden ser peligrosos para las familias que los adquieren», señaló.
Según las estimaciones del organismo, el valor de los productos incautados supera los 66 mil dólares y su destino final eran empresas importadoras con sede en Santiago.
