El Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile presentó los resultados de la primera Encuesta de Salud, Seguridad Alimentaria y Calidad de Vida (ESSALCAVI) que se le hizo a adultos mayores.
Este estudio aborda la situación nutricional y calidad de vida de las personas mayores en Chile. Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) de 2022, el país cuenta con cerca de tres millones de habitantes de 65 años o más, de los cuales el 56,4% son mujeres y el 43,6% hombres.
Lea también: Presentan los modernos trenes de la futura Línea 7 del Metro
Uno de los hallazgos más relevantes revela que el 32,4% de las personas mayores está en riesgo de desnutrición, un 5,6% presenta desnutrición y el 62% tiene un estado nutricional dentro de los rangos normales.
FACTORES SOCIOECONÓMICOS
El 86,4% de los encuestados identificó su pensión como la principal fuente de ingresos del hogar. Entre quienes se consideran en situación de pobreza, un 59,5% declaró enfrentar inseguridad alimentaria moderada o severa.
Además, el 21% afirmó no consumir alimentos saludables por falta de dinero, y el 23% mencionó una limitada variedad en su dieta por la misma razón. Un 5,6% incluso reportó haber pasado un día completo sin comer debido a la falta de recursos.
Los productos percibidos como más costosos e inalcanzables incluyen carnes (89,8%), productos del mar (79,1%), verduras (61,4%), frutas (61%), lácteos (57,9%) y legumbres (57,3%).
INSEGURIDAD ALIMENTARIA
Desde el INTA subrayaron que la inseguridad alimentaria influye directamente en la salud física, nutricional y mental de las personas mayores.
Este fenómeno se asocia con factores como ingresos económicos, conocimientos nutricionales, acceso a lugares de abastecimiento y redes de apoyo.
A nivel nacional, el 15,9% de las personas mayores enfrenta inseguridad alimentaria severa o moderada.
IMPACTO EN LA SALUD
La inseguridad alimentaria tiende a ser más pronunciada entre quienes experimentan soledad, un sentimiento reportado por el 26,8% de los adultos mayores, cifra que asciende al 37,5% en la zona norte y desciende al 23,4% en la macrozona centro.
Las principales enfermedades crónicas que afectan a esta población son hipertensión (65,6%), enfermedades osteoarticulares (45,8%), diabetes tipo II (35,4%) y depresión (25,1%).
Según Cecilia Albala, especialista en salud pública de la Universidad de Chile, la depresión tiene efectos colaterales, ya que puede desmotivar actividades como caminar o alimentarse adecuadamente, agravando otras condiciones de salud.
En cuanto a salud oral, el 50,9% de los encuestados carece de la mayoría o todos sus dientes, mientras que el 52% enfrenta dificultades para leer información en envases de alimentos debido a problemas visuales. Albala enfatizó la necesidad de abordar el envejecimiento desde un enfoque integral que considere aspectos como la salud física, social y psicológica.
DESAFÍOS
Gonzalo Uriarte, presidente de Alimentos y Bebidas de Chile (AB Chile), destacó la importancia de priorizar las necesidades de los adultos mayores y planteó la implementación de políticas públicas locales que aborden los desafíos evidenciados en el estudio.
Por último, se analizó el uso del Programa de Alimentación Complementaria del Adulto Mayor (PACAM).
Más del 60% de las personas beneficiarias de 70 años o más no retira los productos ofrecidos, como la bebida láctea o las cremas «Años Dorados». Entre quienes sí las retiran, el 41,2% consume la leche diariamente, mientras que solo el 25,9% hace uso diario de las cremas.