Nacional y economía

Sorpréndete: Chile podría bajar las cuentas de luz con nueva tecnología

Javiera Sanzana

Periodista

luz
Foto: Agencia Uno
Su objetivo principal es optimizar el almacenamiento de energía de larga duración, utilizando tecnología basada en el principio de la energía hidroeléctrica, pero trasladada a un entorno submarino.

En un contexto donde se estima que la luz volverá a subir un 7% en los próximos meses, encontrar alternativas de almacenamiento que permitan una gestión más eficiente de la energía resulta clave para mitigar los costos que enfrentan los hogares y las industrias.

De acuerdo con información publicada por Diario Financiero, el alza del 7,1% en las tarifas eléctricas se debe principalmente a la variación del tipo de cambio y a otros factores que inciden directamente en los costos asociados al sistema eléctrico.

Lea también: Cuentas de la luz subirán 7,1% desde julio

El ministro de Energía, Diego Pardow, señaló que el decreto correspondiente «irá a toma de razón», lo que implica que aún no hay una fecha precisa para su entrada en vigencia. No obstante, desde el Ejecutivo proyectan que la publicación del decreto se concretará durante la segunda mitad de 2025, momento en que comenzará a reflejarse el aumento en las cuentas de electricidad.

Se prevé que este ajuste tarifario se haga efectivo a partir de julio y se mantenga estable, sin nuevas modificaciones, al menos hasta inicios de 2026. Cabe destacar que este incremento del 7,1% no sería necesariamente el único que enfrenten los usuarios en el mediano plazo.

PROYECTO

Aunque a simple vista podría parecer una amenaza para el medioambiente, el proyecto en realidad propone una solución innovadora y sustentable a los desafíos actuales del sector energético.

En Alemania, el Instituto Fraunhofer IEE, en conjunto con la empresa Pleuger, desarrolló desde 2012 una iniciativa denominada StEnSea (Stored Energy at Sea), con apoyo financiero tanto del gobierno como de inversionistas privados.

Su objetivo principal es optimizar el almacenamiento de energía de larga duración, utilizando tecnología basada en el principio de la energía hidroeléctrica, pero trasladada a un entorno submarino.

SOLUCIÓN

El sistema consiste en instalar esferas de hormigón de 400 toneladas a profundidades de hasta 800 metros bajo el nivel del mar. Cada unidad, de nueve metros de diámetro, está conectada eléctricamente y equipada con una válvula motorizada que permite su funcionamiento.

Según detallan sus creadores, el mecanismo opera con una lógica simple pero eficiente: cuando hay baja demanda de electricidad —como durante el día, gracias a la luz natural—, «Las esferas se vacían de agua marina mediante bombas sumergibles diseñadas para almacenar energía potencial». Esta operación convierte la energía eléctrica en energía potencial gravitatoria.

Por el contrario, cuando se registran picos de consumo, como en las noches o durante cortes de suministro, el sistema se activa automáticamente: el agua vuelve a ingresar a las esferas con fuerza, generando energía a través del movimiento de las válvulas, que funcionan como turbinas.

En otras palabras, se replica el modelo tradicional de almacenamiento por bombeo, pero aprovechando la presión del océano como fuente de energía natural y constante.

IMPACTO ECONÓMICO

Desde el punto de vista económico, iniciativas como StEnSea permiten desacoplar el costo de generación de electricidad de los ciclos de demanda y oferta estacionales, reduciendo la dependencia de combustibles fósiles y estabilizando precios.

Esto es especialmente relevante considerando que la tarifa eléctrica en muchos países, incluyendo Chile, experimentará un alza significativa en los próximos meses, lo que impactará directamente en los bolsillos de millones de personas.

PROPUESTA

La propuesta no solo es limpia y renovable, sino también escalable. Las estimaciones indican que cada sistema tiene la capacidad de almacenar hasta 820.000 gigavatios por hora, lo cual podría abastecer a miles de hogares sin producir emisiones contaminantes ni residuos tóxicos.

Además, cada unidad tiene una vida útil de hasta 60 años, lo que implica una baja necesidad de mantenimiento y un retorno de inversión a largo plazo más favorable.

VENTAJAS ECONÓMICAS

Otra de sus ventajas económicas radica en su flexibilidad de instalación: puede ser desplegado tanto en océanos como en lagos profundos naturales o artificiales, y se puede integrar con otras fuentes de energía, como la eólica marina.

De acuerdo con Pleuger, algunos de los puntos de despliegue proyectados incluyen zonas costeras de Noruega, Portugal, Brasil, Japón y Estados Unidos.

En este último país, ya está programada la instalación de las esferas antes de 2026, específicamente en Long Beach, cerca de Los Ángeles.

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