Pesimista es la visión que entregó la agencia S&P sobre Chile: redujo la calificación crediticia a largo plazo desde estable a negativa, aludiendo a un débil consenso político que demora la aprobación políticas públicas.
Según la calificadora de riesgo, se ha agravado la polarización política, retrasando la aprobación de leyes importantes como la reforma previsional, tributaria y cambios en los procesos de regulación.
Respecto del avance en la redacción de una nueva Constitución, sostuvo que el texto «se percibe como más derechista que la Constitución actual y carece del pleno apoyo de los partidos políticos que dominan el Consejo Constitucional».
«Si bien una Constitución no determina el éxito de un modelo económico o social, los últimos cuatro años en Chile han estado marcados por la falta de éxito de la clase política a la hora de encontrar un punto medio para aprobar e implementar reformas significativas que permitan reconstruir los colchones fiscales y externos, así como desbloquear un mayor crecimiento económico y mejorar los estándares sociales», analizaron.
MARCEL: VALORA LO AVANZADO
El ministro de Hacienda, Mario Marcel, dijo respecto del cambio en la calificación crediticia del país que «esto tiene relación muy directamente con las cosas que hoy día estamos discutiendo».
«Mientras esta clasificadora de riesgo valora lo que se ha avanzado en reducción de la inflación, en reequilibrio de las finanzas públicas, en reducción del déficit de cuenta corriente de balanza de pagos, lo que señala es que si no tenemos la capacidad para aprobar en el proceso político reformas que son necesarias para estimular el crecimiento y para fortalecer la posición estructural de las finanzas públicas, los riesgos de un debilitamiento de la economía van a ir creciendo», agregó.
A través de un comunicado, el ministro recordó que este tipo de riesgos también han sido alertados en el último tiempo por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Consejo Fiscal Autónomo (CFA), y también se ha mencionado en los encuentros bilaterales que las autoridades sostuvieron en las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial (BM).
“Creo que estas son señales de alerta, que es importante que nuestros dirigentes políticos, nuestros parlamentarios y parlamentarias sean capaces de escuchar lo que nos están diciendo”, recalcó.
Marcel reiteró su llamado a los parlamentarios a que “escuchen” lo que mencionan informes como los emitidos por S&P y enfatizó que hay temas que “no pueden quedar para la posterioridad”.