La Compañía General de Electricidad (CGE) alertó sobre un alza preocupante en los casos de robo de cables en sus instalaciones de distribución y transmisión eléctrica durante el primer semestre del año.
Entre enero y junio, la empresa registró 705 incidentes de este tipo en su zona de concesión, que se extiende desde Arica y Parinacota hasta La Araucanía.
Lea también: Cortes de luz en agosto: Enel informa a clientes sobre proceso de compensación
Esta cifra representa cuatro veces más que los 190 eventos contabilizados en el mismo periodo del año pasado.
METROS ROBADOS
En cuanto al volumen de cobre sustraído, la cifra asciende a 209.112 metros (equivalentes a 209 kilómetros), una distancia comparable al trayecto entre Santiago y la comuna de Molina, en la región del Maule.
Según explicó el subdirector de Operaciones de CGE, Daniel Fredes, «El año pasado -a la misma fecha- la cantidad de cable robado alcanzó a los 58 kilómetros, lo que implica que estamos viendo un incremento de casi un 300% en los robos».
«Esta situación muestra que esto se ha transformado en un delito de alto impacto público y con consecuencias muy complejas en el ámbito del suministro eléctrico», agregó.
ACTIVIDAD DELICTUAL
Los efectos de esta actividad delictual se han traducido en significativas interrupciones de servicio. Solo en el primer semestre, más de 445 mil clientes de CGE se han visto afectados por cortes de luz debido a estos robos.
Además, los costos asociados a la reposición del material sustraído y la reparación de la infraestructura dañada superaron los $4.000 millones en el mismo periodo.
Fredes también recordó que a fines de junio, la PDI y el Ministerio Público lograron incautar más de 7.000 kilos de cobre robado desde instalaciones de CGE en la región Metropolitana.
«La acción de estas bandas, que cuentan con material y personal técnico especializado, es una clara señal de su asociación al crimen organizado», sostuvo el ejecutivo.
BANDAS DELICTUALES
También señaló que se trata de «Bandas delictuales que cuentan con un modus operandi desarrollado y que se van moviendo entre las regiones, buscando donde pueden cometer estos delitos y causar el mayor daño».
Durante la primera mitad del año, las regiones más afectadas por este tipo de delitos fueron Coquimbo (59.198 metros), Bío Bío (27.223), Maule (22.317), Antofagasta (22.127), Tarapacá (21.185) y la Región Metropolitana (20.420).