Con la natalidad en niveles críticos, el envejecimiento poblacional en Chile avanza con rapidez. Así lo evidenció el Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo en su más reciente informe, “Chile Envejece: Dinámicas demográficas recientes y desafíos para el futuro”.
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El documento, basado en los resultados del Censo 2024, analizó la transición demográfica nacional y confirmó que el país se consolida como una de las sociedades más envejecidas del Cono Sur.
REPORTE
Según el reporte, la población de 60 años o más alcanzó el 19,8% en 2024, casi duplicando la cifra registrada en 1992 (9,8%). Este aumento ha sido particularmente marcado en los mayores de 80 años —la llamada “cuarta edad”—, que pasaron de 176 mil en 1992 a más de 590 mil en 2024. Con estos datos, el estudio clasifica a Chile en una etapa de “envejecimiento avanzado” y estima que entrará en una fase de “envejecimiento muy avanzado” entre 2027 y 2028.
Entre 2017 y 2024, la población mayor aumentó un 28,6%, lo que equivale a un crecimiento promedio anual del 3,7%, muy por encima del alza de la población total, que fue de solo 0,7% en el mismo periodo. En contraste, el grupo de 0 a 14 años se redujo un 7,1%, evidenciando el avance del envejecimiento demográfico.
ESTUDIO
El estudio advierte que Chile pasará del 14% al 21% de población mayor en apenas 17 años, una transición que a Uruguay le tomó casi medio siglo. Además, las proyecciones internacionales estiman que hacia 2044 las personas de 60 años o más serán el grupo más numeroso, con cerca de 6,2 millones, cifra que superará los 7 millones después de 2050.
“Esto es específicamente porque tenemos tasas de natalidad muy bajas. Ya en los últimos años ha ido bajando más allá de lo esperado. Y también Chile tiene esperanzas de vida bastante altas, muy similares a los promedios de Europa”, comenta Valentina Jorquera, investigadora y coordinadora del Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo.
La experta explica que estos dos fenómenos combinados están cumpliendo las proyecciones sobre el aumento de los grupos etarios mayores. Según Jorquera, esta transformación ha modificado la estructura demográfica del país: la pirámide poblacional, que en 1992 reflejaba una alta natalidad, hoy muestra una base más estrecha y un ensanchamiento en los tramos de edad media y adulta mayor.
El informe también anticipa que en 2044 las personas mayores de 60 años se convertirán en el grupo más numeroso, superando a los tramos de 40 a 59, 20 a 39 y 0 a 19 años, con más de 6,2 millones de habitantes. Actualmente, el segmento predominante es el de 20 a 39 años, aunque entre 2027 y 2028 será reemplazado por el grupo de 40 a 59 años.
Jorquera advierte además que el envejecimiento no se distribuye de forma homogénea en el territorio. Mientras la mayoría de las 279 comunas experimenta un crecimiento con envejecimiento, 81 —en su mayoría rurales o aisladas— pierden población joven y aumentan su proporción de adultos mayores.
REGIONES
Por regiones, Ñuble lidera con un 23,3% de población mayor, seguida de Valparaíso (22,9%). En tanto, la Región Metropolitana concentra el 38% del total nacional de personas mayores.
A nivel comunal, el 76,7% presenta crecimiento con envejecimiento, mientras que el 22,3% enfrenta un escenario de disminución poblacional con aumento de personas mayores. Camarones encabeza el porcentaje de población mayor (36,2%), y Río Verde posee el índice de envejecimiento más alto, con 400 personas mayores por cada 100 niños, niñas y adolescentes. En tanto, comunas costeras como El Tabo y Algarrobo registran un aumento acelerado de adultos mayores que buscan una mejor calidad de vida.
Otro hallazgo relevante es la feminización del envejecimiento. En 2024, el índice de feminidad en personas de 80 años y más llegó a 166,7, lo que significa que por cada 100 hombres hay casi 167 mujeres. Este fenómeno, sumado al aumento de la longevidad, refuerza la necesidad de políticas públicas con enfoque de género y de cuidados de largo plazo.
Finalmente, Jorquera sostiene que el envejecimiento no debe considerarse un problema, sino una expresión del desarrollo que requiere planificación. “Este reporte es una invitación a asumir el desafío de construir un país preparado para la longevidad, con políticas públicas que aseguren bienestar y sostenibilidad social. La feminización de los grupos más longevos y la heterogeneidad territorial muestran que las estrategias deben ser diferenciadas y adaptadas a las realidades locales. Mirando hacia el futuro, la clave está en transformar el envejecimiento en una oportunidad para fortalecer la cohesión social, aprovechar la experiencia de las personas mayores y garantizar una sociedad inclusiva y resiliente frente a los cambios demográficos”.
								






