Nacional y economía

Clausuran Feria Santo Domingo por operar sin patente

Cristian Navarro H.

Periodista

Feria Santo Domingo
Foto: Agencia Uno
El operativo incluyó el cierre perimetral del inmueble, la instalación de planchas metálicas y el inicio del proceso de recuperación del espacio,

Un nuevo foco de conflicto se abrió en el centro de Santiago tras la clausura definitiva de la Feria Santo Domingo 831, recinto comercial que operaba desde hace décadas sin una patente municipal vigente. La medida, ejecutada este martes por la Municipalidad de Santiago con apoyo de Carabineros, forma parte de un plan de fiscalización y regularización de espacios que operan al margen de la ley.

Desde el municipio explicaron que la decisión se tomó luego de agotar todas las instancias de diálogo con los dueños y representantes del recinto. “No había permiso, no había patente, no había nada. La última autorización venció hace casi 30 años”, indicaron autoridades comunales, citando incumplimientos a la Ley General de Urbanismo y Construcción.

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El operativo incluyó el cierre perimetral del inmueble, la instalación de planchas metálicas y el inicio del proceso de recuperación del espacio, que está inserto en una zona altamente transitada de la capital.

Sin embargo, la medida generó molestia entre los locatarios. Algunos comerciantes denunciaron que el desalojo se ejecutó sin respetar los plazos informados. “Nos dijeron que tendríamos siete días, pero nos notificaron apenas con cinco”, reclamó Marco Chávez, uno de los afectados, en declaraciones recogidas por 24Horas.

Los trabajadores también sostienen que, pese a la falta de patente municipal, no operaban en completa informalidad. Aseguran cumplir con obligaciones tributarias como la entrega de boletas y el pago de impuestos. “Teníamos el artículo 21. Ilegal sería si no entregáramos boleta”, argumentaron.

Desde el municipio insistieron en que la situación de la feria era insostenible desde el punto de vista legal y urbanístico, y que pese a años de advertencias y negociaciones, no se logró avanzar en una regularización formal.

La clausura reabre el debate sobre la situación de cientos de ferias y galerías en Santiago que operan en condiciones irregulares, muchas de ellas heredadas de antiguas administraciones.

 

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