La creciente violencia que azota al país ha tenido un impacto significativo en el sector salud, poniendo en riesgo la seguridad de trabajadores y pacientes.
Uno de los incidentes más recientes ocurrió a finales de septiembre en el Cesfam Raúl Silva Henríquez, ubicado en Bajos de Mena, Puente Alto.
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Allí, individuos amenazaron con «reventar» el centro médico donde se encontraban dos sobrevivientes de un tiroteo, que eran un grupo de tres jóvenes de 23, 13 y 11 años.
CESFAM
Por otro lado, en La Granja, un hombre armado entró en un Cesfam con la aparente intención de «rematar» a un paciente que había llegado con heridas de apuñalamiento, lo que generó un ambiente de pánico entre los presentes y el personal médico.
Ante la gravedad de la situación, el centro cerró temporalmente, aunque posteriormente reanudó sus servicios. Sin embargo, estos no son incidentes aislados, ya que el 3 de octubre se registraron dos intentos de robo en Osorno.
Uno de ellos tuvo lugar en las oficinas administrativas del Cesfam Marcelo Lopetegui, mientras que en el Cesfam Pedro Jáuregui de Rahue Bajo, los delincuentes causaron daños a la infraestructura, aunque no lograron llevarse nada.
MAYOR PROTECCIÓN
Esta situación ha llevado a las organizaciones de salud a exigir a las autoridades una mayor protección, incluyendo el blindaje de instalaciones y ambulancias, así como más recursos.
Desde el Colegio Médico (Colmed), se ha solicitado que una parte del Presupuesto 2025 anunciado por el presidente Gabriel Boric se destine específicamente al área de salud.
La presidenta del Colmed, Anamaría Arriagada, señaló que los recientes ataques constituyen una forma de violencia «distinta y compleja», ya que involucran el uso de armas y reflejan una falta de respeto por la vida humana, añadiendo así un nivel de preocupación a los problemas de delincuencia común.
AGRESIONES
Arriagada explicó que las estadísticas de agresiones en el ámbito de la salud comenzaron a registrarse en 2018.
Aunque no se contaba con datos anteriores, el aumento observado puede atribuirse a la creciente ansiedad y frustración social, así como a nuevas manifestaciones de violencia.
En 2023, se reportaron aproximadamente 26 ataques diarios contra el personal de salud, y en la actualidad esa cifra ha aumentado a cerca de 28.
RESPONSABILIDAD DE AGRESIONES
Según el Sistema de Reportabilidad de Agresiones al Personal de Salud del Ministerio de Salud (Minsal), se han contabilizado 7.319 episodios en 2024, incluyendo agresiones verbales, físicas y daños a la infraestructura.
Si esta tendencia continúa, se prevé que se superen las 9.727 agresiones registradas en 2023. Si se mantiene el promedio actual de 28,5 agresiones diarias, a finales de este año se podría alcanzar una cifra superior a 10.400.
En una entrevista con Emol, Emerson Berríos, presidente de la Fenats Nacional, criticó la falta de políticas claras por parte del Minsal y el Ministerio del Interior en cuanto a los protocolos de agresiones, subrayando la necesidad de avanzar hacia estrategias más efectivas.
«Estamos muy preocupados y vemos a nuestros compañeros en un total desamparo por parte de las autoridades», expresó.
COLMED
Coincidiendo con el Colmed, Berríos pidió un presupuesto específico para abordar las agresiones contra los trabajadores de salud, enfatizando que los guardias privados no están adecuadamente capacitados para manejar estas situaciones y que la respuesta policial resulta insuficiente.
Además, Arriagada recordó que los directores de los establecimientos tienen la obligación legal de reportar cualquier agresión, proteger a los afectados según los protocolos establecidos y presentar denuncias al Minsal.
«Nosotros estamos esperando hace ya varias semanas una segunda reunión de continuidad con el equipo del subsecretario Monsalve para conocer esos datos (de agresiones) y para conocer la matriz crítica que el Gobierno estaría configurando en torno a la violencia en establecimientos de salud», concluyó.
